En el vehículo viajaba un grupo de 49 pasajeros
magrebíes, entre ellos menores, que iban a coger el ferri para Argelia y
cayeron por un terraplén de 5 metros de altura.
Iban a coger el ferry dirección a Argelia. Procedentes de La
Junquera (en la provincia de Gerona), un autobús con 49 pasajeros
magrebíes volcó y cayó por un terraplén de cinco metros de altura, en la
autovía A-70, en el término municipal de Alicante. Seis personas
graves, otras cinco de carácter menos graves y casi una treintena de
heridos leves menos fue el resultado del siniestro, al cierre de esta
edición y según los primeros diagnósticos que se hicieron en el lugar de
los hechos. Un hospital de campaña y decenas de ambulancias empezaron a
atender rápidamente a los pasajeros, entre ellos niños, cuando se dio
el aviso.
El siniestro ocurrió poco antes de las ocho de la tarde
cuando, por causas que aún se desconocen, el vehículo volcó en el punto
kilométrico 17 de la autovía de circunvalación de Alicante , que conecta
con la A-31 y la A-7, en sentido a Murcia, a espaldas de Mercalicante.
Justamente, unos metros más abajo, hay un retén de ambulancias, donde se
montó un hospital de campaña y se desplegó un operativo de emergencias.
Hasta el lugar del accidente se desplazaron tres unidades
del SAMU, cuatro soportes vitales, tres TNA (transporte no asistido) y
los bomberos que fueron sacando a los pasajeros, entre la confusión, ya
que en un primer momento se desconocía si podía haber algún fallecido al
ver el estado del vehículo. Tenían que comprobar que ninguno hubiese
quedado atrapado. Los heridos más graves fueron trasladados hasta el
Hospital General de Alicante y al de San Juan, según informaron desde el
Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU). Mientras, los
pasajeros leves, con contusiones, eran atendidos en el hospital de
campaña, donde su acceso estaba totalmente restringido para los medios
de comunicación congregados. Una docena de personas más no precisaron
ser atendidas por los servicios sanitarios.
A las once de la noche, y pese a que el tráfico se pudo
reanudar con prontitud, las ambulancias continuaban entrando y saliendo
de la zona trasladando heridos. El trasiego era constante y se podía
observar a algún pasajero, todavía conmocionado por lo ocurrido,
mientras dos grúas se disponían a intentar retirar el autobús donde
quedó atrapado.