Una de las consecuencias del terremoto en Lorca en 2011 ha sido el desarrollo de una herramienta que coordina a ciudadanos y a las instituciones que interviene en las emergencias durante una catástrofe.
SGE 2.0 Emergencies Management Solution (solución para la dirección de emergencias) funciona a través de internet e
incluye información de los edificios, geográfica, de vulnerabilidad y
un sistema de comunicación entre ciudadanos y autoridades, entre otras
funcionalidades.
Según ha señalado uno de los principales impulsores de SGE 2.0, el informático de made2dream, Paco Martínez, unas 30 personas llevan trabajando durante dos años para establecer las 'secciones' que debía tener la aplicación.
Este lorquino ha subrayado que tras el terremoto de Lorca, aunque no
funcionó la telefonía de voz sí que hubo internet, y por eso han
diseñado una app que esté en la red.
Precisamente el equipo, integrado por múltiples instituciones, cuenta
con el aval de la dirección general de Protección Civil del Ministerio
del Interior y ha estado reunido esta semana en la Universidad de Lorca
para formar los grupos de trabajo que concretarán los protocolos a
seguir con el uso de la aplicación basándose en documentación recabada
en países que sufren terremotos como Chile, México, Turquía o Italia.
Una herramienta pre y post catástrofe SGE 2.0 es una herramienta de gestión de las emergencias antes y después de que ocurran. Consiste en un panel desde el que se maneja una base de datos accesible desde internet y a través desde cualquier dispositivo, ordenador, tabletas o móviles inteligentes.
En el desarrollo que se ha hecho hasta ahora se han creado funcionalidades orientadas a la prevención. Por un lado, en la aplicación se pueden introducir los datos de evaluación técnica de los edificios
y los datos mínimos de un estudio de vulnerabilidad ciudad que tienen
que llevar a cabo técnicos especializados: diagnóstico de patologías,
evaluación de riesgos y fotografías.
Una vez sucede la
catástrofe, la aplicación permite llevar a cabo una evaluación de daños
'por fases'. Primero, un mapa de la situación que "no puede ser muy
exhaustivo", ha afirmado Martínez, ya que la prioridad es salvaguardar las vidas humanas.
En los primeros momentos las instituciones pueden distinguir los
edificios que están en peores condiciones de los que están mejor:
Según pasa el tiempo tras un desastre, la aplicación va pidiendo más información
y con los datos introducidos se sabe qué edificios hay que apuntalar,
dónde hay que retirar elementos peligrosos, asegurar zonas, etc. "Cuando
los científicos determinen cómo serán los formularios de las fases de
emergencia en la aplicación, se podrá establecer un punto común para que
todos los equipos trabajen con la misma información".
SGE 2.0, imprescindible para la ciudadanía
El informático ha explicado que para que SGE 2.0 pueda servir a los ciudadanos primero tiene que implantarla el ayuntamiento. Es una aplicación gratuita y de código abierto, si bien, una gestión por parte de una empresa tecnológica asegura su pleno funcionamiento, ha señalado Martínez.
El consistorio, que puede tener una especie de censo del municipio en
la app, tiene que activar el servicio en caso de emergencia. Cada unidad
familiar puede marcar los miembros que están bien, los que no, o
también comunicar que una persona cercana a ellos que necesite ayuda.
"En los primero minutos el ayuntamiento tiene un mapa de la situación y puede empezar a optimizar recursos de los que dispone", ha remarcado.
Además, se trata de una herramienta de comunicación bidireccional, ya que las autoridades pueden marcar las vías de evacuación teniendo
en cuenta la información disponible desde el centro de coordinación
municipal. "SGE 2.0 puede marcar un antes y un después de una ciudad
afectada por una catástrofe", ha resaltado Martínez.
Por otro lado, el desarrollador, que ha trabajado estrechamente con el
arquitecto Alejandro Salazar para crear la app, ha explicado que una vez
esté acabada habrá que llevar a cabo campañas de prevención y concienciación. A través de simulacros, los servicios de emergencia se pueden coordinar con la población.