Tráfico ha cortado el paso a camiones y autobuses en Pozazal (Mataporquera), hay tres puertos cerrados y la intensa lluvia y el granizo complican la conducción en el resto de carreteras de Cantabria
El frente polar que azota la cornisa Cantábrica y mantiene parte de la región en alerta naranja se ha intensificado en la madrugada de hoy, viernes. Los termómetros siguen bajando (Alto Campoo ha registrado esta noche temperaturas inferiores a los tres grados bajo cero y en Reinosa se espera llegar a los -5 grados, con máximas de solo 3 grados) y las precipitaciones son persistentes en toda la región (en Soba se habían recogido entre las 00.00 horas y las 07.00 más de 30 litros de agua por metro cuadrado). En las zonas de alta montaña, la nieve ha comenzado a bloquear las carreteras.
A las ocho de la mañana, la Guardia Civil de Tráfico cortaba el paso de camiones por la Autovía de la Meseta (A-67) para evitar problemas de circulación a la altura del puerto de Pozazal (Mataporquera), donde la acumulación de nieve es constante. Poco después, la prohibición se ha extendido a los autobuses y sólo se permite el paso de coches con neumáticos de invierno (el uso de cadenas no está permitido por la existencia de túneles, cuyo pavimento se vería dañado por las cadenas). La situación es similar en la zona para la carretera nacional N-611, donde tampoco pueden circular vehículos de gran tonelaje y los coches necesitan neumáticos de nieve o, en este caso sí, cadenas.
En los puertos de Lunada, La Sía, Palombera y Estacas de Trueba ya no puede circular ningún vehículo. Y en los de La Matalena, el tramo inicial de Lunada y de Matamorosa a Mataporquera es obligatorio el uso de cadenas.
El río Miera es el primero de todo el norte de la Península que ya supera, a su paso por La Cavada, el umbral de seguimiento de la Confederación Hidrográfica (a las 8.30 horas su caudal alcanzaba ya 2,53 metros de altura). Le ha seguido el río Escudo a su paso por Roiz.
La intensa lluvia ha desbordado el sistema de alcantarillado en un barrio de Escobedo, lo que ha obligado a intervenir de madrugada a los Bomberos de Santander. Según los propios servicios de emergencia, salía tal cantidad de agua de las alcantarillas que era imposible achicarla, por lo que han decidido acordonar la zona para evitar percances. El incidente se ha producido en una zona urbanizada construida en una depresión de terreno, lo que ha provocado que el alcantarillado se colapsara. Los vecinos no han tenido que ser desalojados de sus viviendas, aunque la zona acordonada les obligará a desviarse por otro camino para salir de sus casas. Los Bomberos de Camargo han dado el relevo a los de Santander a las ocho de la mañana.
El mal tiempo ha dejado también varios accidentes leves en las carreteras de Cantabria. Por un lado, en la A-8, a la altura de Solares y en sentido Santander, y por otro, en la S-10, pasando por Heras y también en dirección a la capital cántabra.
La alerta naranja por nevadas que afecta al interior de Cantabria y Liébana seguirá activa, al menos, hasta mañana a las doce de la noche. Durante ese tiempo, la cota de nieve podrá bajar hasta los 600 metros, aproximadamente. Las precipitaciones previstas por la Agencia Estatal de Meteorología apuntan a que en Liébana se podrían registrar espesores de nieve de hasta 30 centímetros. En el interior se podría llegar a 15 centímetros. En Campoo-Los Valles la alerta es de nivel amarillo.