El noreste del país se prepara para un martes de nevadas copiosas y fuertes vientos
Stella cubrió con su manto blanco todo el norte de la coste atlántica de Estados Unidos. En la región afectada residen 31 millones de habitantes. La última gran tempestad de nieve de la temporada paralizó casi por completo Nueva York, la gran metrópoli del país, donde las calles amanecieron desiertas y hasta las cafeterías de la cadena Starbucks colgaron el cartel de "cerrado" mientras sus empleados se quedaban en casa. El transporte público funcionaba pero con un servicio reducido al mínimo. Las aerolíneas, por su parte, cancelaron este martes más de 6.100 vuelos en los aeropuertos de Nueva York, Washington y Boston.Es una nevada especialmente tardía, que llega a una semana de la primavera, y se temía que fuera la más fuerte del invierno. En anticipación del golpe, los gobernadores de Maryland, Virginia, Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania declararon el estado de emergencia para poder movilizar los recursos. La tormentá empezó a tomar cuerpo la pasada madrugada en el noreste aunque el momento de más intensidad se espera entre las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde local. Pero el servicio de meteorología decidió a primera hora de la mañana eliminar la alerta.
La imagen dominada por el blanco y de calles sin tráfico de Nueva York era un calco a la que se vio más hacia el centro del continente en Chicago o más al sur en Filadelfia y Washington. La tormenta de nieve no fue, sin embargo, un obstáculo mayor para Wall Street, que esperaba arracó la jornada con relativa normalidad pese a que las firmas financieras dieron la opción a sus empleados de trabajar desde casa si tenían dificultad para llegar al trabajo.
El New York Stock Exchange cuenta con un plan muy bien definido para estos casos. El mercado cerró dos días durante el temporal Sandy en 2012, pero fue debido al apagón en el bajo Manhattan tras la crecida del río Hudson. Este tipo de eventos, sin embargo, suelen tener un impacto en la economía. Las primeras afectadas son las aerolíneas, que ya en la víspera cancelaron 1.660 vuelos. Pero también puede suponer un suponer un daño al consumo, por la caída de la actividad debido a que la gente se queda en casa.
Nueva York se ha preparado para la llegada de Stella con el cierre de colegios y, desde las cuatro de la madrugada, la suspensión del servicio de metro que va por el exterior. Los trenes de cercanías operan con horario de fin de semana. Las últimas previsiones meteorológicas anticipaban una acumulación entre 30 y 45 centímetros de nieve, que al final quedrará en menos de la mitad. El alcalde Bill de Blasio advirtió este lunes que sería “una tormenta peligrosa con fuerte nevada y fuertes vientos". “Pedimos a los vecinos que eviten cualquier desplazamiento innecesario. Si tienen que viajar, usen el transporte público y prepárense para retrasos”.
En tormentas como la que se espera, muchos centros públicos, como la sede de Naciones Unidas, permanecen cerrados y muchas empresas prevén que sus trabajadores intenten trabajar desde casa debido a la dificultad de entrar en el centro de la ciudad. El ayuntamiento desplegará un dispositivo de emergencia con 2.400 trabajadores y 689 máquinas para esparcir sal y evitar la generación de planchas de hielo en el suelo, así como 1.600 quitanieves.
Hubo otras dos nevadas fuertes, a comienzos de enero y hace justo un mes. Pero el invierno se estaba caracterízando por ser especialmente cálido este año. Con todo, la nevada en Nueva York no se acercará al final ni de lejos a la histórica nevada de enero de 2016, en la que se acumuló en Central Park un récord histórico de nieve: alrededor de 70 centímetros. Aquella furiosa tormenta invernal, llamada Jonas, dejó 18 muertos en la costa este.
En Washington, Stella dejó caer sus primeros copos en torno a las diez de la noche del lunes. La nevada más fuerte, de unos 20 centímetros de media, se prevé que llegará a altas horas de la noche, con la lluvia tomando el relevo a primeras horas de la mañana. Muchos colegios, organizaciones y locales permanecerán cerrados este martes. La tormenta también ha retrasado la visita de la canciller alemana, Angela Merkel, que tenía previsto citarse con Trump en la Casa Blanca. La cita, muy esperada por la divergencia de estilo y políticas de ambos líderes, se pospone hasta el viernes.
El latigazo invernal retrasado sorprenderá a los primeros brotes de la primavera y en la capital de Estados Unidos, según el Servicio Nacional de Parques, se podría perder un 90% de su celebre floración de cerezos.