Familiares del joven siguen en Lobadiz la evolución del despliegue, que integran unos 30 efectivos de distintos cuerpos 
La búsqueda de Sergio Díaz, el joven ferrolano de 28 
años que desapareció ayer arrastrado por una ola mientras recogía 
percebes con su hermano en los acantilados de Lobadiz, se reactivó a 
primera hora de hoy, tras los infructuosos intentos de localizar su 
cuerpo durante la bajamar de anoche y de esta mañana. Familiares del 
desaparecido siguen en la zona la evolución del gran despliegue de 
rescate articulado y que integran unos 30 efectivos. Entre ellos se 
encuentran buzos del GEAS, el grupo especial de actividades subacuáticas
 de la Guardia Civil, que al mediodía, y debido al mal estado de la mar,
 descartaban sumergirse para explorar las pozas existentes entre las 
rocas por si hubiese quedado atrapado entre ellas.
Miembros de los bomberos de Ferrol, Protección Civil,
 Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil y Salvamento Marítimo 
-que activó hoy de nuevo a la embarcación «Salvamar Mirfak» y al 
helicóptero Helimer- continúan en el lugar, centrando la búsqueda esta 
vez hacia el norte. Se aguardaba que con la bajamar el mar pudiese dejar
 el cuerpo en la zona de la playa de Doniños, pero no fue localizado por
 el despliegue nocturno en el que participaron, de nueve a once de la 
noche voluntarios de Protección Civil y los bomberos. Según el estudio 
realizado por Salvamento Marítimo de las corrientes nocturnas en la 
zona, hay más posibilidades de que haya podido ser arrastrado en 
dirección opuesta, donde se centraron esta mañana todos los esfuerzos.
Hasta el lugar se desplazó el alcalde de Ferrol, 
Jorge Suárez, que habló con los familiares. Las fuerzas de seguridad 
arroparon también a los allegados del desaparecido y les garantizaron 
que la búsqueda se mantendrá con todos los efectivos necesarios el 
tiempo que está establecido.
El protocolo previsto es que la búsqueda se mantenga 
activa tres días, es decir, ayer, hoy y mañana. A partir de ahí, si no 
aparece, se aguardará hasta el noveno día, cuando los cuerpos de 
personas ahogadas suelen salir a flote. Los buzos del GEAS aseguraron 
que volverán mañana para ver si el mar permite realizar por fin las 
inmersiones previstas.
