De todas formas, el incendio aún no está controlado, ni mucho menos, y tiene varios y peligrosos flancos abiertos en dirección a Zalamea, El Campillo y Riotinto. La Junta asegura, no obstante, que se ha logrado contener el 70 por ciento del perímetro.
El incendio declarado en el paraje minero de Olivargas (Almonaster) en la tarde del pasado jueves va mostrando ya las cifras de la devastación que ha causado a su paso, desde Cueva de la Mora hasta Zalamea, pasando por Monteblanco, Traslasierra, El Villar y los términos municipales de Almonaster y El Campillo.
La primera estimación del Plan Contra Incendios Forestales de la Junta de Andalucía (Infoca) habla ya de unas 9.000 hectáreas afectadas (perimetradas) de una forma u otra por las llamas: fincas, explotaciones agrarias y ganaderas y casas de apero. Por no citar los quebrantos causados a los cientos de personas que han ido abandonando sus casas, empujadas por las llamas desde que éstas iniciaron su infernal ataque las 14.30 del aciago jueves 27 de agosto.
La inmensa masa forestal de eucaliptos y pino de repoblación existente en la comarca ha servido de alimento y combustible al fuego y ha amplificado su velocidad y los efectos devastadores.
Las autoridades andaluzas y responsables del Plan Infoca confían en que en las “próximas horas”, pueda darse por estabilizado el grave incendio en Almonaster La Real tras haber sido perimetradas 9.000 hectáreas.
En la zona operan 170 efectivos, 100 del Infoca y 69 miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que llegó en la tarde de ayer tras declararse el Nivel 2.
Las fuertes rachas de viento de hasta 50 kilómetros por hora siguen complicando, y mucho la situación, por lo que la amenaza continua para los vecinos de Zalamea, El Campillo, Minas de Riotinto y varias aldeas vecinas, que han pasado en vela toda la noche. Medio millar de personas han tenido que ser desalojadas de sus casas en total.
El incendio también ha entorpecido las operaciones de la minera Matsa desde la tarde del jueves y los trabajadores no han podido ni llegar a la zona, además de sufrir desalojos a causa de la cercanía de las llamas a los depósitos de combustible y explosivos que guarda la explotación y donde se ha puesto especial celo y vigilancia desde el principio.
De todas formas, el incendio aún no está controlado, ni mucho menos, y tiene varios y peligrosos flancos abiertos en dirección a Zalamea, El Campillo y Riotinto. La Junta asegura, no obstante, que se ha logrado contener el 70 por ciento del perímetro.