Crece la desconfianda en la fundación asilo de Torrelavega
El servicio médico de la Fundación Asilo de Torrelavega ha cuestionado la eficacia de los test rápidos remitidos a lo largo de la semana pasada por la Consejería de Sanidad al centro (en el que se han detectado un total de 46 positivos por coronavirus entre la población residente) tras observar que los resultados dan negativo incluso en pacientes positivos.
Según explicó ayer a este respecto el doctor Ramón Fernández, el asilo recibió hace diez días cierta cantidad de test rápidos que el personal sanitario empezó a utilizar inmediatamente para detectar posibles casos positivos y proceder así a su aislamiento con el fin de evitar la propagación del Covid-19 por el complejo residencial.
«Con una muestra de sangre y un reactivo, esos test rápidos revelan si el paciente está infectado o no en unos veinte minutos», precisa el médico de la fundación, que matiza que el resultado únicamente es fiable si el test se aplica a una persona que lleve infectada más de siete días, que es el periodo que tarda en incubar el virus.
«Nosotros hemos hecho pruebas a pacientes que sabíamos a ciencia cierta que eran positivos, no sólo por su sintomatología sino también porque así lo marcaban otros test realizados, y, sin embargo, han dado negativo», dice el médico, que ha dejado de realizarlos por entender que no son precisos.
«El problema que yo veo en estos test es que durante los primeros siete días no tienen fiabilidad, porque hasta ese momento dan sistemáticamente negativo». Y esto, entiende el doctor, es contraproducente.
«Si nos fiamos de lo que nos dicen estas pruebas, puede darse el caso de que una persona que lleva tres, cuatro o cinco días infectada se esté moviendo libremente por las instalaciones creyendo que no lo está porque así lo ha determinado esta prueba, con el consiguiente riesgo que esto entraña», dice.
«Pueden tener cierta utilidad si se repiten permanentemente», añade el médico de la fundación, que ha decidido descartar su uso porque, insiste, esas pruebas «no son fiables».
En este sentido, el doctor asegura que ya ha dado traslado de esta anomalía a la Consejería, a la que, por otra parte, pide más sensibilidad.
«Creo que estaría bien que, además de llamarnos para hacernos perder el tiempo con informes, con números y con estadísticas, también nos llamaran para preguntarnos si necesitamos algo, porque al menos aquí, en el asilo, estamos teniendo dificultades, sobre todo a nivel de personal, para poder trabajar».
