Los seis muertos de este jueves procedían de centros de mayores.
El 50% de las víctimas se concentra en cinco residencias y un tercio no tiene positivos
Este jueves fue otro día negro en las residencias de mayores de Cantabria. Los seis nuevos fallecidos notificados a causa del coronavirus procedían de este tipo de centros, tal y como informó la Consejería de Sanidad. Otro de tantos desde que comenzó la pandemia, porque el Covid-19 no da tregua a los más vulnerables y en la última semana han sido 19 los residentes muertos en este tipo de espacios asistenciales, el 52% del total en las últimas siete jornadas. En cualquier caso, el boletín específico sobre centros de atención a ancianos y personas dependientes que publica semanalmente el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass), uno de los más detallados de todas las comunidades autónomas, también confirma que la situación no es homogénea y hay grandes diferencias entre las 79 residencias públicas y privadas de la comunidad autónoma.Mientras cinco de ellas concentran la mitad de los 92 fallecidos hasta ahora, en otras 28 no es que no haya habido bajas, es que ni siquiera se han detectado positivos. Ni entre los residentes, ni entre los trabajadores. «Hay que evitar que entre, porque si alguien lo trae es muy fácil que caigamos todos», apuntan desde las patronales del sector, que también subrayan que todos los profesionales han implementado medidas de seguridad e higiene semejantes y, en cambio, hay grandes diferencias entre unos centros y otros. Las que están 'limpias' insisten en que el «factor suerte influye».
En estos momentos, según los datos del Gobierno regional, la residencia La Loma de Castro Urdiales es donde más fuerte ha golpeado el coronavirus con 15 muertos, seguida de la Sagrada Familia de Cabezón de la Sal (14), San Cándido de Santander (11), Los Robles de Mortera y el Asilo de Torrelavega (nueve cada una) y la residencia de Limpias, con siete victimas mortales.
La Loma de Castro Urdiales es donde más fuerte ha golpeado el coronavirus, con 15 muertos
La estadística del Icass también muestra el efecto de la generalización de los test en las residencias y centros de la dependencia.
De hecho, en la última semana se hicieron tantos como en las tres
previas. Ya se han sometido a la prueba el 60,35% de los 6.376
residentes de Cantabria y el 24,7% de los 4.553 profesionales del
sector. En el primero de los casos, uno de cada cinco analizados ha dado positivo, lo que supone 822 mayores o dependientes
frente a los 3.021 que dieron negativo. El edificio que más de ellos
acoge es el Asilo San José de Torrelavega (233), seguido de la
residencia Sagrada Familia de Cabezón de la Sal (99). En cuanto a los profesionales afectados, el ritmo de contagio ha bajado claramente en los últimos siete días.
Actualmente son 195 (+40) y de nuevo el CAD de Sierrallana es en este
apartado el más afectado, con 44 trabajadores contagiados, frente a los
33 del Asilo de Torrelavega y los 28 de la residencia Sagrada Familia.Esa cifra de 92 fallecidos corresponde a los que murieron con un diagnóstico positivo de Covid-19. A los que dio tiempo de hacerles la prueba antes de morir. Además de ellos, la Consejería de Servicios Sociales notifica otros 13 defunciones de mayores con síntomas compatibles. Aquí no se puede afirmar categóricamente que el coronavirus fuera la causa principal del deceso, pero es bastante posible.
Desde la patronal de las empresas de la dependencia, que se han mostrado muy críticas con la Consejería de Sanidad -no así con la de Servicios Sociales- por la falta de medios y la ineficacia de los test rápidos, ayer volvieron a quejarse porque, a su juicio, el Gobierno les trata «como extraños» debido a la falta de colaboración.
El presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED) de Cantabria, Rubén Otero, insiste en que el Ejecutivo sigue sin responder a las preguntas que plantearon a comienzos de semana: cuántos residentes han entrado en la Unidad de Cuidados Intensivos, cuántos han tenido acceso a un respirador y qué número de ellos ha recibido medicación cuando ha acudido a un hospital. «Los que han vuelto a mis residencias han vuelto todos sin medicación. Es un dato que no tengo, me costaría preguntar a todas las residencias», añade.
Otero señala que muchas residencias cántabras han optado, «por su propio bien y funcionamiento, por medicalizarse, antes de recordar que no están obligadas a hacerlo. «Queremos colaborar y solucionar esto, pero ellos (desde la Consejería) también tienen que colaborar con nosotros y no vernos como a extraños o como alguien que no sabe de esto», apostilló.
Balance del día
El balance del día, además de los seis nuevos fallecidos, dejó algunas buenas noticias. Por ejemplo, que por sexto día consecutivo no se registra ningún ingreso en UCI (sí hay nuevas hospitalizaciones). Además, el miércoles -de ese día son los números notificados ayer- hubo hasta 132 pacientes de Covid-19 que recibieron el alta, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia, lo que eleva la cifra a 850, casi un 40% del total de 2.206 infectados de la región.Tras los 173 fallecimientos, aún hay 1.183 casos activos, 180 hospitalizados (17 en UCI) y, el resto, 1.003, están en aislamiento domiciliario.