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jueves, 16 de junio de 2022

ALERTA CON TRES GRANDES INCENDIOS EN CATALUÑA

Los Bombers de la Generalitat han movilizado buena parte de su flota entre Artesa de Segre, Castellar de la Ribera y Corbera d'Ebre y cuentan con el apoyo de la UME

Catalunya padece este jueves la tormenta perfecta de incendios. La coincidencia de tres grandes fuegos forestales simultáneos en Artesa de Segre, Castellar de la Ribera (Lleida) y Corbera d'Ebre (Tarragona) en un contexto climatológico adverso por la ola de calor, han puesto en alerta roja a todos los cuerpos de emergencia. Cerca de medio millar de bomberos de la Generalitat, junto a voluntarios y agricultores y vecinos de las zonas se han movilizado para contener los tres fuegos, que tienen también delante al personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que ha realizado un gran despliegue especialmente en el foco más peligroso, el de Artesa de Segre. Un cuarto foco complicaría de sobremanera la situación con escaso margen para los gestores de los Bombers de la Generalitat. 

"Pido extrema prudencia, no nos podemos permitir ningún otro incendio", ha avisado el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, desde el Parc Central dels Bombers en Bellaterra. "No es una situación normal y tenemos que evitar sí o sí cualquier otro incendio forestal, hay que frenar cualquier conato", le ha seguido subdirector general operativo de los Bombers, Xavier Borrell.

 Las autoridades han informado de que entre los tres fuegos hay unas 2.000 hectáreas afectadas. La zona más afectada es la de Artesa de Segre, con 1.300 hectáreas quemadas, aunque ahora "la máxima preocupación y prioridad" es el incendio de Castellar de la Ribera, ha advertido Borrell. A pesar de que la afectación ahora mismo no alcanza las 400 hectáreas, se teme que se convierta en "un incendio muy, muy grande", según Borrell. "Es donde estamos destinando más energía porque tiene un potencial muy importante, hay que actuar lo más rápido posible", ha añadido Elena.

Los bomberos creen que el fuego de Artesa de Segre puede alcanzar las 5.000 hectáreas

Hasta ahora los principales esfuerzos se centraban en el fuego de Artesa de Segre, que aunque ya afecta a unas 1.300 hectáreas, se ha podido limitar su progreso por el flanco este. De este modo, de las 20.000 hectáreas de afectación proyectadas inicialmente se ha pasado a una estimación de 5.000. 

Eso sí, los Bombers no creen que estas se puedan reducir, porque no pueden trabajan en el flanco este por la difícil orografía del terreno. "El objetivo es que no salga de los ejes de confinamiento, que vaya quemando los siguientes días de manera controlada, pero que no salga de estos márgenes", ha expuesto Borrell. 

Además de los cuerpos de emergencia, voluntarios y un centenar de agricultores han apoyado esta mañana a los bomberos labrando el terreno para tratar de crear cortafuegos contra el avance de las llamas.

Mejores son las previsiones para el incendio de Corbera d’Ebre, que aunque también afecta a cerca de 400 hectáreas, está en fase de estabilización. En concreto, los Bombers han informado de que está perimetrado en un 80%, lo que ha permitido destinar parte de sus recursos a los otros fuegos que queman en Catalunya.

Bombers de la Generalitat trabajan con un plan que pasa por tratar de estabilizar los incendios de Corbera d'Ebre y Castellar de la Ribera, además de mantener perimetrado el de Artesa de Segre. Todo ello con unas condiciones climatológicas que siguen siendo adversas: "Prevemos un día muy duro de calor, con tormentas secas y rayos que pueden generar pequeños focos", avisaba esta mañana Elena. Este miércoles ya fue así.

Las autoridades han explicado que este miércoles tuvieron que evacuar a una veintena de vecinos por el fuego en los núcleos habitados alrededor de Artesa de Segre, además de una casa de colonias en las que había 54 personas –40 de ellos menores.

Incertidumbre entre los vecinos afectados

En el bar La Biclicleta de Artesa, una veintena de mujeres desayunan mientras una llora pensando en la casa de sus padres, en el núcleo de Baldomar. En la entrada de esa pequeña localidad de poco más de un centenar de vecinos, una patrulla de los Mossos impide el paso de vehículos para favorecer el trajín de los vehículos de extinción. El siguiente pueblo es La Clua, una antigua comuna hippy, en la que apenas una veintena de inquilios permanecían este jueves confinados por la proximidad con el frente de llamas. Muchos desalojaron sus casas cuando vieron que el fuego se acercaba peligrosamente; aunque entre cuatro o cinco permanecieron siempre en el pueblo pendientes de las casas, la Iglesia y los animales.

El incendio empezó el jueves sobre las once de la mañana, en una finca agrícola de Baldomar, según explicó a La Vanguardia el responsable de los Agents Rurals de La Noguera, Cosme Barrera. Ayer al mediodía, los investigadores accedieron a la finca y delimitaron el punto en el que sin ningún género de dudas empezó uno de los tres focos de fuego que se desarrollaron en esa zona.

Los responsables de la explotación trabajaron el miércoles, amontonando el trigo, pero según declararon a los Agents Rurals durante el jueves no movieron las máquinas por las condiciones climatológicas tan adversas que alertaban de temperaturas que alcanzarían los 42 grados, viento y una tormenta seca acompañada de mucha descarga eléctrica.

"No descartamos ninguna hipótesis", insistía el responsable de los Agents Rurals que advirtió de esos otros dos focos, en medio del bosque, a la altura de Rialb, a 32 kilómetros, y que con seguridad provocaron los rayos. 

Desde la ventana de su casa de Rubió, Vania tiene el frente de llamas a unos cuatro kilómetros. El paisaje que ahora no le deja ver una densa nube de humo amarillento y seco, pertenece a la Sierra de Montsec, un parque natural protegido que con el cambio de la dirección del viento del jueves por la tarde está siendo pasto de las llamas. "Entiendo que algún campo de cultivo de algún payés de Os de Balaguer se habrá quemado", explica el joven al teléfono.

Al mediodía del viernes, el viento desvió la trayectoria del frente de llamas, abandonando los núcleos habitados de La Clua  y Baldomar y avanzando con gran velocidad hacia el oeste, entrando sin freno en la Sierra del Montsec.

Al mediodía del viernes, los responsables de Bombers decidieron concentrar todos los esfuerzos y potencial de extinción en el fuego de Castellar de la Ribera, por las circunstancias de ese incendio y los numerosos nucleos urbanos que salpimentan la zona.