Los bomberos continúan luchando en el sudeste de Australia las 24 horas contra los peligrosos incendios de matorrales alimentados por las altas temperaturas que se están registrando, se informó hoy.
La ola de calor seguirá el fin de semana, lo que mantiene muy elevado el riesgo de que haya más incendios.
"Los bomberos tienen mucho trabajo por delante, antes de que las condiciones meteorológicas empeoren en los próximos días", dijo Bob Rogers, de los bomberos del estado de Nueva Gales del Sur. Actualmente arden allí 370.000 hectáreas de tierra, indicó.
Durante la ola de calor récord de enero, con temperaturas de más de 40 grados, los rayos iniciaron cientos de incendios. El fuego destruyó viviendas, mató a miles de piezas de ganado y acabó con grandes zonas cultivadas.
En Tasmania, las llamas destruyeron la semana pasada 126 casas y ardió en torno al uno por ciento de la superficie total de tierra. La parte positiva es que ha sido desmentido que haya habido hasta 100 muertos, porque muchos desaparecidos estaban con familiares, amigos o vecinos.
"No hemos acabado la búsqueda, pero crece la esperanza de que no haya habido ninguna víctima", dijo Scott Tilyard, de la policía tasmana.