El volcán Tungurahua, en erupción desde 1999, incrementó el jueves su actividad sísmica,
así como las explosiones que podían ser escuchadas en poblaciones donde
rige una alerta naranja ante el peligro de que desciendan grandes
flujos de lava, según el Instituto Geofísico (IG).
En la madrugada "se generó un incremento en la actividad sísmica
y explosiva" del macizo, en el centro andino del país y que se reactivó
el 12 de diciembre, señaló el organismo en su más reciente informe.
Agregó que durante dos horas se registraron explosiones aproximadamente
cada cinco minutos, las cuales derivaron en fuertes cañonazos, bramidos y
la expulsión de material incandescente en forma de bloques y fuentes de
lava, que descendieron por una quebrada.
Ante el proceso eruptivo del volcán, de 5.029 metros de altura y
ubicado a 135 km al sur de Quito, las autoridades mantienen la alarma
naranja (previa a la roja, de máxima peligrosidad), la cual
decretaron el domingo para poblaciones vecinas como Baños, asentada en
las faldas.
En la zona de influencia del coloso rige desde hace años la alerta amarilla.
El miércoles por la noche, desde que una espesa neblina impide observar al volcán, el
IG indicó que "el escenario más probable es que hay un volumen
relativamente grande de magma, que está ascendiendo lentamente" hacia el
cráter.
La actividad del Tungurahua ("garganta de fuego" en lengua quichua) alcanzó su mayor pico en 2006 y dejó seis personas muertas en una aldea de la provincia de Chimborazo, que fue arrasada por el brusco descenso de material incandescente.