El 112 ha gestionado 72 incidencias por las fuertes lluvias caídas anoche
Esta mañana se han acumulado en apenas dos horas más de 22 litros por metro cuadrado en Santander
Las fuertes precipitaciones registradas anoche han provocado numerosas incidencias en la línea de costa de la comarca oriental, donde se han inundado viviendas y las calles parecían auténticos ríos, tal y como se puede apreciar en los vídeos grabados por algunos afectados, en los que se ve a vecinos tratando de apartar la riada de la entrada de sus casas y negocios. La peculiaridad de esta tromba es que ha caído tanta agua en tan poco tiempo que algunos muros perimetrales de las fincas inundadas no han resistido la presión y se han acabado desplomando. Ha habido varios casos en la zona oriental, en los que al caer los muros el agua se ha desembalsado de golpe formando «olas de medio metro», agua que se escapó después por las carreteras y entró en garajes, viviendas de planta baja, huecos de ascensor.El Centro de Gestión de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria ha recibido 161 llamadas, que ha derivado en la gestión de 72 incidencias provocadas por las precipitaciones y la tormenta. La zona más afectada por la tromba de agua ha sido el sector oriental del litoral. Arnuero ha registrado 17 incidencias, Bareyo 16, Meruelo 15, Hazas de Cesto 8 y Noja 3, repartiéndose el resto los municipios de su área de influencia.
1.200 rayos este domingo
A lo largo de todo el día de ayer se han registrado 1.200 rayos en territorio cántabro, centrados especialmente en la comarca de Liébana, la cabecera de los Valles Pasiegos y la costa oriental. Además, el sábado cayeron otros 33 rayos y el viernes, 230.En estas localidades los bomberos del 112 con sede en Laredo han realizado 13 salidas por inundación de viviendas, locales, garajes y calles, y la caída de un muro. También se ha visto afectada la red viaria en diversos puntos por la creación de balsas de agua, que en el kilómetro 6 de la CA-147 que une Beranga y Noja, dejaron un vehículo atascado; la caída de arboles y ramas; y la formación de argayos.
El jefe del 112 al mando de estos operativos, Juan Manuel Sánchez, ha explicado que, además del desplome de muros, esta última tormenta ha tenido otro rasgo distintivo, «muchas canalizaciones de pluviales se han sifonado: Las tuberías no han podido canalizar todo el agua que entraba, y al llenarse enteras han cogido tanta presión que las arquetas se han abierto». Esto ha ocurrido, por ejemplo, en Meruelo. Aquí, el agua de pluviales que salía a la superficie se coló en algunos garajes y, además, se han desbordado dos arroyos, generando situaciones muy complicadas en plena noche. «Al llover tanto un riachuelo se convierte en un río, y el río en una riada. Y el agua se va por prados, y si los muros no lo soportan se caen, generando un desembalse repentino con olas que van arrasando», explica Sánchez, que lleva al mando de los dispositivos del 112 toda la semana. Explicó que un fenómeno parecido ocurrió el jueves en los incidentes de San Vicente de la Barquera -los cristales de un supermercado reventaron por la presión del agua- y en Renedo de Piélagos, donde la fuerza del agua acumulada tras la puerta de un garaje entró de golpe y algunos vecinos hasta tuvieron que salir nadando.
La de anoche fue, como la del jueves, una «tromba rápida» localizada en un punto muy concreto, según ha explicado Sánchez, y «a las cuatro o cinco horas» el nivel del agua ha ido bajando en las zonas inundadas.
Esta mañana también ha llovido con gran intensidad, sobre todo en Santander, donde se ha registrado una precipitación de 22,2 litros por metro cuadrado en apenas dos horas entre las 08.00 y las 10.00 de la mañana- y algunas calles de la ciudad se han inundado, como el acceso al faro, donde se ha registrado una importante balsa de agua.
En la zona occidental también ha habido inundaciones
También en otros puntos de la región de la zona occidental ha habido problemas por las lluvias de esta mañana. En Treceño (Valdáliga), los bomberos del 112 han tenido que intervenir para achicar el agua acumulada en garajes y huecos de ascensor. La inundación ha alcanzado una altura de 50 centímetros, según informa el 112.Las peores trombas cayeron anoche
Desde la Aemet apuntan que las peores trombas de agua cayeron antes de medianoche. Por ejemplo, a última hora del domingo, se acumularon 17 litros por metro cuadrado en Tresviso, 14 en Soba, 9 en Fuente Dé. «No son cantidades muy grandes, lo que ocurre es que ha pasado en muy poco espacio de tiempo y por eso puede causar problemas», según el delegado de Aemet en Cantabria, José Luis Arteche. Durante este lunes, los registros más importantes se han visto en la costa central.Para los próximos días, la Aemet adelanta que la situación de inestabilidad no variará. En un mismo día puede hacer mucho calor, un tiempo de playa y al rato fuertes tormentas. «Hay unas bandas que entran por el mar de oeste a este y que continuarán, aunque esta tarde parece que cesará la lluvia y se podrá disfrutar de la fiesta del Carmen», concluye.
Para mañana martes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un día nuboso, con lluvias débiles en el litoral y chubascos ocasionales durante la tarde, más probables en Liébana y poco probables en el extremo sur, y temperaturas máximas en aumento.
El embalse del Ebro ha ganado 1,79 hectómetros cúbicos de agua en la última semana, con lo que retiene 476 hm3 de los 540,6 que puede llegar a albergar, lo que supone que su capacidad ha subido al 88 por ciento.
El incremento anual del volumen de agua embalsada ha sido de 246,36 hm3, de acuerdo con datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, consultados por Europa Press.
En total, la reserva de agua embalsada en la Cuenca asciende en estos momentos a 6.643 hm3, lo que supone el 87% de la capacidad total de embalse de esta cuenca, más que en la misma semana de 2017, cuando tenía 5.163 hm3 y estaba al 68%.
El promedio de 2013-2017 para esta semana es de 5.798 hm3 (el 76% de la capacidad), siendo el mínimo de los últimos cinco años en esta semana los 5.163 hm3 de 2017.
Con estos datos, en la actualidad, la Cuenca supera el promedio de los cinco últimos años, de 2013 a 2017, y se encuentra por encima de la cifra del año pasado y de la del mínimo, que precisamente se produjo en 2017.