- Continúa sin control el incendio del norte de California
- Unas 63.000 hectáreas han sido consumidas por las llamas
El Gobierno federal de Estados Unidos ha reforzado la ayuda en California con el
envío de miles de bomberos para contener una serie de incendios que
han dejado seis muertos, incluidos dos niños y su bisabuela, y
destruido miles de edificaciones.
El mayor de los incendios que amenazan al estado
casi se ha duplicado en tamaño, mientras que
otro empujó a miles de personas a huir y un tercero
forzó el cierre parcial del popular Parque Nacional Yosemite.
En el incendio identificado como Carr, se formó una gran columna de humo que giró rápidamente con tanta fuerza como
un torbellino de fuego parecido a un tornado.
La bisabuela
Melody Bledsoe, de 70 años, y sus bisnietos James y Emily
-de cinco y cuatro años respectivamente- murieron cuando las llamas de Carr consumieron su casa rodante en un área rural.
Las llamas también
cobraron la vida de dos bomberos, dijo por su parte el Servicio Forestal y de Protección de Incendios de California (Calfire), mientras que
otro bombero falleció en el incendio identificado como Fregunson.
En
una declaración de emergencia para California, el presidente Donald
Trump "ordenó ayuda federal para complementar los esfuerzos de respuesta
estatales, comunitarios y locales debido a las condiciones de
emergencia que resultaron de un incendio forestal que comenzó el 23 de
julio", dijo la Casa Blanca.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias
"está autorizada a identificar, movilizar y proporcionar, a su
discreción, el equipo y los recursos necesarios para aliviar los
impactos de la emergencia", añadió.
Miles de evacuados
El gobernador californiano
Jerry Brown había pedido el viernes ayuda federal "para salvar vidas y proteger la propiedad", dijo su oficina en un comunicado.
Brown también pidió aviones militares, refugios y agua para
30.000 residentes evacuados en el condado de Shasta, en el norte-centro del estado, donde Carr creció de manera "incontrolable", según la declaración.
Asimismo, declaró el estado de emergencia en Shasta y ordenó a las fuerzas de la Guardia Nacional que ayudaran a los
3.400 bomberos que ya estaban tratando de contener el incendio que ha destruido 500 estructuras.
De acuerdo con los servicios de emergencia de California (Cal OES),
unas 63.000 hectáreas han sido consumidas por las llamas en los 14 incendios que hay en el estado, y cerca de 10.000 bomberos han sido movilizados para combatirlos.
El
incendio "Carr", al norte de la ciudad de Redding (norte de
California), en el que el jueves murieron dos bomberos en tareas de
extinción,
ha consumido 32.700 hectáreas desde el lunes,
destruido 500 edificaciones y daáado otros 75, indicó Calfire el
sábado. El viernes en la noche, el fuego había arrasado con 20.000
hectáreas.
En el sur de California "
más de 1.300 bomberos luchan contra el fuego,
que ha destruido cinco mansiones, y ha provocado el cierre de
carreteras y la evacuación de cerca de 7.000 personas", indicó el
servicio forestal de Estados Unidos.
Las llamas que iniciaron el
miércoles en el parque nacional de San Bernardino, 150 kilómetros al
sureste de Los Ángeles, han arrasado con 5.300 hectáreas y se ha
contenido solo el 17%, según un balance del sábado a las 17H00 GMT.
Tres bomberos resultaron heridos y el fuego aún amenaza 4.900 edificios.
Poco después de que se iniciara el fuego, las autoridades arrestaron a un hombre de 32 años,
Brandon McGlover, sospechoso de
ser el responsable de nueve incendios
en el suroeste del condado de Riverside. El viernes por la mañana, fue
acusado de 15 cargos de incendio criminal, de los que se declaró
inocente.
Más al norte, otro incendio -llamado "Ferguson"-
continuó su avance cerca del parque nacional de Yosemite. El fuego ha
causado el cierre de algunos sectores de la atracción natural,
incluyendo el Valle de Yosemite, que debería reabrir al público el 3 de
agosto.
El servicio de urgencias del gobierno de California advirtió de que
"el riesgo de incendio continúa aumentando".
"Asegúrese de que su familia y amigos están preparados para la evacuación", tuiteó.
Según el Centro Nacional de Coordinación de Incendios (NIFC, por su siglas en inglés), el sábado por la mañana
hubo 36 grandes incendios en todo Estados Unidos que ya habían destruido 93.000 hectáreas en el territorio.