El mayor número de víctimas se ha producido en la provincia iraní de Kermanshah
Una treintena de replicas se han sentido en varias ciudades, incluida Teherán
Al menos
214 personas han muerto y centenares han resultado heridas en Irán e Irak a causa de un
terremoto de magnitud 7,3 en
la escala de Richter que ocurrió en la noche del domingo en la frontera
entre ambos países. El país con mayor número de víctimas, hasta el
momento, ha sido
Irán, donde las autoridades han informado de
207 víctimas mortales y casi 1.700 heridos. En Irak, por su parte, el temblor ha dejado
siete muertos en la provincia de Souleimaniyeh, en el Kurdistán.
El temblor se produjo a las 20:48 hora local (las 19:18 hora peninsular española)
en la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán y fronteriza con Irak,
y a 25 kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico de los
Estados Unidos (USGS). El seísmo se sintió en las capitales de ambos
países y en otros Estados, como Turquía y Kuwait. En las horas
siguientes ha habido una
treintena de réplicas a ambos lados de la frontera, la más fuerte -también según el USGS- de magnitud 5,3.
Irán tiene una gran actividad sísmica. El terremoto más grave hasta la fecha se produjo
en junio de 1990, cuando perdieron la vida 37.000 personas en varios pueblos del norte del país. Otro seísmo registrado en diciembre de 2003 en la provincia meridional de
Kerman se saldó con 31.000 fallecidos.
Irán, el país más afectado
El mayor número de víctimas se ha producido en Irán, donde al menos
207 personas han muerto y casi 1.700 han resultado heridas en la provincia de Kermanshah, según
han confirmado las autoridades iraníes, que esperan que estas cifras
aumenten debido a la dificultad de llegar a ciertas áreas remotas.
Uno
de los problemas es el corte de algunas carreteras locales. "Estamos
preocupados por las aldeas más remotas", ha reconocido el ministro del
Interior iraní, Abdolreza Rahmani Fazli, en declaraciones recogidas por
Europa Press. Además, los fallos en el sistema eléctrico y en las
comunicaciones telefónicas impiden cuantificar los daños y conocer el
número exacto de víctimas.
En el lado iraní, las ciudades más afectadas son Sarpol-e Zahab, con 142 muertos, así como
Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale. Allí, y en otros lugares del país,
miles de personas han pasado la noche en la calle ante el temor de que se derrumben los edificios, que en algunas zonas se han visto seriamente dañados.
El líder supremo de Irán,
el ayatolá Ali Jamenei, ha ordenado al Gobierno y las fuerzas armadas
movilizar "todos sus medios" para ayudar a los afectados. Por su parte, el presidente iraní, Hasan Rohaní, está en contacto
permanente con el ministro del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazli, para
acelerar las labores de rescate.
Siete muertos en Irak
En Irak, el Gobierno de la región autónoma del Kurdistán ha informado de la existencia de
siete víctimas mortales y más de 300 han tenido que ser hospitalizadas.
Los
daños más graves se han registrado en Darbandijan, situada en la región
semiautónoma del Kurdistán iraquí. "La situación es muy crítica", ha
resaltado el ministro de Sanidad de la región, Rekaut Rashid, en
declaraciones a la agencia Reuters.
El ayuntamiento de la ciudad
de Halabya contabilizó 85 heridos en el municipio, el más próximo de
Irak al epicentro, aunque ninguna víctima mortal, según un comunicado.
El
hospital de esa localidad tuvo que ser parcialmente clausurado por los daños causados por el terremoto en el edificio y por el temor a las réplicas.
La Media Luna Roja turca ha anunciado el envío de ayuda humanitaria a
la zona más afectada, incluyendo tiendas de campaña, mantas, material
médico y de cocina, desde un almacén que posee cerca de la frontera
iraquí.
La
Organización de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) y otros organismos internacionales presentes en Irak también se movilizaron para prestar ayuda, según informó el Gobierno kurdoiraquí.
Riesgo en una presa iraquí
El seísmo también abrió grietas en la superficie de la presa de la central hidroeléctrica de Darbandiján, ubicada
en el lago iraquí homónimo, según afirmó el director de esa
instalación, Rahman Jani, en un comunicado recogido por Efe.
Debido al peligro a un derrumbe, aunque no se conoce todavía el alcance de los daños, el director de la presa hizo un llamamiento a la población que vive río abajo para que abandone sus hogares.
Anteriormente el ministro iraquí de Recursos Hídricos, Saad al Yanabi, había informado de que se produjeron corrimientos de tierra en una montaña cercana a la presa de Darbandiján, aunque tampoco tenía información acerca del estado de la presa.