A medida que va derritiéndose la nieve, la carretera queda
desnuda y deja al descubierto algunos signos de deterioro. El puerto de
Lunada, aún cerrado al tráfico, va a seguir clausurado para la
circulación unos días más, pero es posible que cuando la nieve
desaparezca del todo tenga que acometerse una obra de urgencia. En la
parte final de la ascensión, la cuadrilla de mantenimiento ha detectado
bajo la nieve un pequeño hundimiento en la carretera que afecta o está
provocado por un muro de sostenimiento.
Ayer, cuando procedían a despejar la carretera, la
cuadrilla del operativo de la Consejería de Obras Públicas encargada de
la vialidad invernal en aquella zona observó el deterioro. El grupo dejó
de trabajar por seguridad y dio aviso a los técnicos de la dirección de
Carreteras para que examinaran la zona. El asfalto presenta
ondulaciones, así como unas grietas que hablarían del deterioro y,
posiblemente, de algún problema estructural bajo el pavimento. El
referido hundimiento se encuentra por encima del kilómetro 12, de los 14
totales que tiene el puerto hasta la cima.
El muro que aguanta la carretera en aquel punto tiene más
de cinco metros de altura, por lo que Obras Públicas va a tener que
realizar una obra de urgencia para reforzarlo o bien construir uno
nuevo. Los técnicos supervisaron ayer mismo la zona y elaboraron un
primer informe, que habrá de ampliar para que posteriormente lo valoren
los especialistas.
Y aunque la Consejería no dio a conocer de forma oficial el
alcance o importancia del referido hundimiento, lo que está claro es
que la carretera va a seguir cerrada unos cuantos días más, haya nieve
-todavía quedan neveros en la parte final- o no. En este caso será así
por seguridad. «La carretera tiene peligro», confirmaba Evaristo García,
capataz de la cuadrilla que ayer trató de limpiar la parte final de la
subida a Lunada y que tuvo de desistir por precaución. «Un riesgo que
habrá que arreglar, pero son los técnicos que han venido a supervisar
esto los que tienen que dar la solución».
A Lunada, pues, le quedan muchos más días sin vehículos por
su carretera. Primero, por estar intransitable ya que aún queda nieve
en el tramo final, y después, por prohibición hasta que Obras Públicas
dictamine cómo afronta la ejecución de la obra.
Lleva cerrado al tráfico cerca de cuatro meses de forma
continua y es muy posible que, como suele ser habitual otros inviernos,
se convierta en el último puerto de montaña de toda España que se abre a
la circulación. De momento le hace compañía por nieve acumulada el de
Portalet, en Huesca.
Ahora, tras cuatro meses enterrada, la ya deteriorada y
descarnada carretera de Lunada muestra nuevas huellas dejadas por el
peso de la nieve y, sobre todo, del lento deterioro que provoca el agua.