Una serie de terremotos ha sacudido Irán. El epicentro del
sismo más fuerte, de 6,3 magnitud, ha sido localizado a 90 kilómetros de la
planta nuclear de Bushehr. Por el momento el balance de víctimas por el
terremoto asciende a 31 personas muertas.
Unas 800 personas resultaron heridas. Los temblores se
registraron a una profundidad de 10 kilómetros.
Las ciudades iraníes de Kaki, Hormudzh y Kengan quedaron casi
completamente destruidas por el terremoto.
La central nuclear de
Bushehr tiene capacidad para soportar un terremoto de magnitud 6,3, e incluso
superior, dijo a RIA Novosti uno de los
diseñadores de la planta. "En términos del límite de resistencia a los
terremotos, Bushehr es capaz de soportar
un terremoto de magnitud 9", dijo.
Poco tiempo después
se registró un segundo y potente terremoto cerca de la ciudad de Bushehr,
informó el Servicio Geológico de EE.UU.
Según sismólogos estadounidenses, la magnitud del temblor fue de 5,4.
El terremoto de Irán
se dejó sentir en los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein y en algunas zonas
de Arabia Saudita.
La puesta en marcha
de la primera central nuclear iraní se realizó bajo supervisión de los
inspectores del OIEA el 21 de agosto del 2010. El ambicioso proyecto iraní de explotación de la energía atómica con
fines pacíficos comenzó su andadura hace más de 30 años.
En un primer momento
el proyecto recayó sobre el consorcio alemán Kraftwerk Union A.G.
(Siemens/KWU), pero el contrato fue interrumpido por razones políticas tras el
estallido de le revolución de 1979.
En 1998 Rusia firmó
un acuerdo de cooperación con Irán para la construcción de la central Bushehr y
se hizo cargo de las obras. La entrada en funcionamiento de la planta fue
pospuesta en varias ocasiones por razones técnicas y financieras.