Las llamas han calcinado parte de este espacio de la Ribera de Navarra de gran valor medioambiental
El incendio declarado en la tarde del martes 20 de julio en el Vedado de Eguaras, una zona de alto valor ecológico situada en el interior del parque natural de Las Bardenas Reales se ha descontrolado de nuevo. El Gobierno de Navarra valora que el incendio afecta más a suelo que a arbolado y, además, considera que "el daño medioambiental es muy elevado".
El
fuego está permetrado y las primeras luces del día han mostrado que el
daño no ha sido tan grave como se pensaba, a pesar de que se estima que ha dañado a un tercio del paraje. A mediodía permanecían activos 4 focos, uno de ellos con riesgo de continuidad. El origen se centra en una cosechadora que se cree segaba demasiado bajo y pudo hacer chispas al chocar con piedras.
Una
llamada recibida sobre las 20.17 horas de ayer en el teléfono 112 de
SOS Navarra alertaba de que se había producido un incendio en un campo de cereal que
estaba siendo cosechado. El fuego cogió una gran fuerza con rapidez y
alcanzó el arbolado, por lo que fueron movilizados inicialmente bomberos de los parques de Tudela, Peralta y Tafalla, además de dos BHIF con sus helicópteros y el avión Azor con base en el aeropuerto de Noain.
Los
bomberos, con apoyo de medios aéreos, continúan trabajando para
controlar el incendio declarado ayer en el Vedado de Eguaras, un paraje
de alto valor ecológico situado en el interior del parque natural de Las
Bardenas Reales, que ha sido dado por estabilizado a primeras horas de
esta mañana.
Trabajan en el lugar bomberos de los parques de Tudela, Peralta, Tafalla, Estella, Sangüesa y Cordovilla, efectivos de la BHIF y dotaciones del Guarderío Forestal del Gobierno de Navarra, así como voluntarios de Cruz Roja y de Protección Civil de Tudela que prestan labores de apoyo logístico. Realizan constantes descargas de agua los dos helicópteros del Gobierno de Navarra y el avión Azor con base en el Aeropuerto de Noain-Pamplona, otros dos aviones del Ministerio con base en Agoncillo (La Rioja), un helicóptero pesado Kmov y otro avión Foca, que también ha aportado el Estado. Está previsto que el tercer helicóptero del Gobierno foral se desplace asimismo a la zona.
Los responsables del dispositivo de extinción del fuego han solicitado a los agricultores de la zona que aporten sus tractores para ayudar en las tareas de refresco y remate. El control del fuego se ve dificultado por la sequedad del terreno y la elevada temperatura, que provoca constantes rebrotes en diferentes localizaciones que tienen que atajar los bomberos.
Una llamada recibida sobre las 20.17 horas de ayer en el teléfono 112 de SOS Navarra alertaba de que se había producido un incendio en un campo de cereal que estaba siendo cosechado, al parecer generado por la máquina cosechadora. El fuego cogió una gran fuerza con rapidez y alcanzó el arbolado, por lo que fueron movilizados inicialmente bomberos de los parques de Tudela, Peralta y Tafalla, además de dos BHIF con sus helicópteros y el avión Azor con base en el aeropuerto de Noain.
Lo avanzado de la hora de inicio del fuego obligó a una pronta retirada de los medios aéreos, reforzándose entonces el personal de tierra con unidades desplazadas desde los parques de Estella, Sangüesa y Cordovilla. Aún no puede conocerse el área total afectada, que incluye buena parte del Vedado de Eguaras del que se han salvado partes de las laderas norte y este, así como los cortados. El daño medioambiental es muy elevado al tratarse de una zona de alto valor ecológico.
Eguaras se sitúa a poco más de tres kilómetros al sureste del embalse de El Ferial. Al norte limita con las tierras de El Plano, al este con La Esroza y sus espectaculares caídas, al sur con los corrales y balsas de El Chopo y el paraje de Candévalos, y al oeste los campos de Landazuría y de las Tres Cabañas.
El Gobierno de Navarra ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica ayuda para apagar el incendio de Valtierra. Tres aviones de carga en tierra, un avión de observación, dos aviones anfibios y un helicóptero han sido movilizados.
El
hito histórico y panorámico de este oasis valtierrano es el Castillo de
Peñaflor o de Blanca de Navarra. Sobre otro monumento natural, un
cabezo o cerro testigo, están enraizadas las ruinas de esta
fortificación medieval navarra que desde el siglo XIII y bajo el reinado
de Sancho VII el Fuerte sirvieron de garita de guardia frente al Reino
de Aragón. Su fábrica contaba con una pequeña torre central, una atalaya
que también serviría de alojamiento de la guarnición. Tuvo a su
alrededor una línea de muralla. En la actualidad solo queda la ruina de
su torre.