Las pruebas de laboratorio realizadas por científicos de la Universidad de Cambridge mostraron que una dosis de la vacuna puede no estimular al sistema inmunológico para producir suficientes anticuerpo
La conocida como la variante británica del coronavirus, o variante de Kent en Reino Unido, está experimentando nuevos cambios genéticos que los científicos han calificado como «preocupantes», ya que podrían afectar la efectividad de las vacunas que hay disponibles en este momento para atajar la pandemia.
Según los expertos de Public Health England, el organismo a cargo de la sanidad pública en Inglaterra, la mutación denominada E484K, que también está presente en la variante sudafricana, fue identificada en 11 muestras de un total de 214.159 analizadas. Y aunque según los expertos es normal y esperable que los virus muten, la creciente preocupación es que las vacunas no sean lo suficientemente efectivas al haber sido diseñadas para versiones anteriores del virus, que está en evidente evolución. Así lo confirmó el profesor Calum Semple durante una entrevista en Radio 4: «La mutación más preocupante, que llamamos E484K, también se ha producido de forma espontánea en la nueva cepa Kent en algunas partes del país», mientras que el doctor Julian Tant, virólogo clínico de la Universidad de Leicester, explicó que si no se frena la propagación del virus, se corre el riesgo de convertir al Reino Unido en un «crisol» de variantes emergentes.
La noticia de que la variante británica ha adoptado también una mutación presente en la sudafricana se conoció precisamente después de que el Gobierno pusiera en marcha un programa masivo de pruebas para detectar esta última en Inglaterra. Durante una intervención este martes en la Cámara de los Comunes, el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, explicó que el gobierno ha puesto en marcha un plan de detección de la variante sudafricana en el país que incluye la realización de test casa por casa en algunas zonas e hizo un llamamiento a la gente para que acepte someterse a las pruebas, que estará disponibles para todos los mayores de 16 años, incluso aunque hayan sido vacunados previamente. El ministro reconoció que aunque el «escenario optimista» que supone que ya hayan sido vacunadas en el país 9,2 millones de personas y la confianza del gobierno de que podrá cumplir su objetivo de vacunar a los cuatro grupos prioritarios antes del 15 de febrero, lo cierto es hay que enfrentarse con «cautela» a los «desafíos que plantea la nueva variante».
Riesgo de vacunados infectados
Uno de los principales es saber si dicha vacunación masiva ha servido para algo, ya que las pruebas de laboratorio realizadas por científicos de la Universidad de Cambridge mostraron que una dosis de la vacuna puede no estimular al sistema inmunológico para producir suficientes anticuerpos para matar el virus con esta variante, y precisamente el gobierno de Boris Johnson tomó la decisión de distanciar las dosis 12 semanas, y no las tres recomendadas por las famaceuticas, con el objetivo de vacunar a más personas, consideraron que, según algunos expertos, la mayor parte de la inmunidad se obtiene con la primera dosis.
De ser así, los adultos vacunados podrían infectarse con alguna de las nuevas variantes. Tanto Moderna como Pfizer declararon en los últimos días que sus vacunas son efectivas ante esta mutación, aunque con una respuesta que podría no ser tan efectiva. Pero no hay suficientes estudios aún a respecto y en caso que que el virus siga mutando, la situación podría empeorar. Los expertos sostienen que las inmunizaciones podrían adaptarse a los cambios, pero los procesos podrían tardar meses, aunque hay cierto optimismo. Según el profesor Ravi Gupta de la Universidad de Cambridge, el hecho de que las variantes están mutando de manera similar en lugar de divergir unas de otras es una señal de que el virus «tiene ciertas rutas favoritas, y podemos trabajar para bloquearlas con una vacuna».