El argayo, de grandes dimensiones, invade los dos carriles de la AS-227. Afortunadamente, en el momento del desprendimiento, no había vehículos circulando por la zona. "Si coge a un coche allí, mueren todos", dice aliviado el Alcalde. Esta no es la primera vez que ocurre un hecho similar. "Mino" recuerda que "hace 20 años, cayó por esa zona un argayo parecido. Esto es incontrolable y el problema es que no dejó de llover en un mes".