Las
restricciones, que empiezan mañana, se mantendrán al menos durante 15
días y el Gobierno regional pide al Estado el confinamiento domiciliario
“Sé que son medidas contundentes. Somos conscientes de que
perjudican a numerosos sectores económicos, pero no hay otra posibilidad
para frenar esta segunda ola y evitar el colapso sanitario”. Así avanzaba ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón,
las razones que justifican el cierre de actividades no esenciales
–fundamentalmente hostelería y comercio– y el adelanto del toque de
queda a las 22.00 horas durante los próximos 15 días a partir de mañana,
miércoles. El Ejecutivo regional solicitó además a Sanidad el
confinamiento domiciliario, y el Ministro, Salvador Illa, respondió poco
después que esa posibilidad no figura en los planes del Gobierno.
Barbón también anunció que prepara medidas económicas compensatorias
para los sectores afectados.
“Salud Pública quería esperar otra semana más”,
para ver el resultado de las restricciones aplicadas hasta ahora, “pero
con los datos actuales de presión asistencial (ocupación de camas
hospitalarios y plazas UCI por enfermos de covid) era necesario dar un
paso más”, apuntaló el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño.
La expansión del covid-19 avanza mucho más rápido de lo que habían previsto todos los expertos, no solo en Asturias, sino en España y en Europa,
remarcó ayer Adrián Barbón, quien también insistió en que la región “se
estaba preparando desde agosto para afrontar esta segunda ola, con la
adquisición de respiradores, material y la incorporación de casi 2000
personas (1.700) al sistema sanitario”.
Asturias registró ayer por segundo día consecutivo un descenso en el número de casos confirmados por PCR, con 194 positivos correspondientes al domingo (282 diagnosticados el sábado), tras una semana en la que la media diaria se situaba en 400.
Pero este respiro no son los datos que más preocupan a las autoridades
sanitarias, que centran su atención en la presión hospitalaria y sobre
todo de derivaciones a las unidades de cuidados intensivos (UCI), con
una media de una decena de personas al día. Y a eso hay que sumar el
incremento diario de fallecimientos, que se vuelven a cebar en los más
mayores. Ayer se batió un nuevo récord, con 11 fallecimientos de
personas con edades comprendidas entre los 73 y los 103 años.
El Principado es, de nuevo, la comunidad autónoma que decide
adelantar la aplicación de las medidas más restrictivas. En realidad, lo
lleva haciendo desde que el Consejo Interterritorial de Sanidad aprobó “el semáforo” de riesgo sanitario.
El decreto, que se publica hoy, desgranará con detalle todas las limitaciones
Rafael Cofiño lo desgranó ayer incluso con fechas.
Así, indicó que el 28 de septiembre se detectó en Asturias una
incidencia acumulada de 119 positivos por cada 100.000 habitantes, y la
región estaba en riesgo medio. El 9 de octubre empezaron a saltar las
alarmas, cuando se detectó un incremento de brotes en residencias
geriátricas y la incidencia aumentó a 135 casos por cada 100.000
habitantes en 14 días. El índice de riesgo se mantuvo en nivel medio.
Pero solo cinco días después, el 14 de octubre, se decreta la vuelta a la fase 2 “adaptada” de la desescalada,
para limitar la vida social. La respuesta de asistencia hospitalaria
está en nivel medio, pero la incidencia de casos en mayores de 65 años
se dispara, el nivel de circulación del virus es alto.
El nivel de riesgo de alerta es el 2 (de 4), pero la aplicación de
la fase 2 “adaptada” implica en realidad la implantación de medidas
correspondientes a un nivel superior. Así, se prohíbe el consumo en la
barra de los bares, se recomienda el autoconfinamiento, una mínima
actividad social, y evitar en todo momento y lugar los encuentros de más
de seis personas. Además, es obligatorio el uso de mascarilla en
gimnasios, en los que no se pueden utilizar los vestuarios, y con un
máximo de diez personas en las actividades en grupo.
Aun así, todos los parámetros continúan en una escalada que ya se vuelve incontrolable,
y el 23 de octubre el Ejecutivo regional decreta el cierre perimetral
de los tres grandes municipios, Oviedo, Gijón y Avilés. Asturias se
encuentra ya en nivel de riesgo 3, pero aplica medidas de nivel 4,
incluyendo el toque de queda y el cierre de toda la comunidad autónoma.
La transmisión comunitaria del covid-19 es moderada-alta, según los
parámetros de Sanidad, pero la capacidad asistencial todavía era
asumible.
Todas las alertas saltaron a la vez en la tarde-noche del 28 al 29 de octubre. La directora gerente del Sespa, Concepción Saavedra,
telefonea a las autoridades sanitarias con una llamada de urgencia por
el incremento de hospitalizaciones y sobre todo el traslado de pacientes
a las unidades UCI. Es entonces cuando se empiezan a plantear la
necesidad de aplicar medidas restrictivas y de movilidad más
contundentes.
El Presidente del Principado ya no quiso esperar a la próxima
reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad y convocó para ayer al
comité de crisis para la pandemia, con la asistencia de los miembros del
Ejecutivo, la Delegación del Gobierno, la Federación Asturiana de
Concejos (FACC) y los alcaldes de las tres ciudades más habitadas,
Oviedo, Gijón y Avilés, los tres municipios confinados perimetralmente y
con los mayores índices por covid-19 de la región.
“Estamos en un contexto crítico de la evolución de la segunda ola de la pandemia.
Reconozco que no era lo esperado ni mucho menos. Se creía diferente, no
tan anticipado y que no fuera una expansión tan descontrolada (...) El
incremento de hospitalizaciones de esa ola no se dio ni en la primera,
con una ocupación de 10 a 12 plazas de camas UCI diarias”, añadió
Barbón.
A partir de aquí, desgranó las nuevas medidas, “más restrictivas al consumo y la movilidad”,
la ampliación del toque de queda y la solicitud al Ministerio de
Sanidad del confinamiento domiciliario, que tiene previsto solicitar hoy
formalmente. El consejero de Sanidad, Pablo Fernández, señaló en este
sentido que “no podemos estar esperando” y de ahí el decreto que se
ultimó en la tarde de ayer para su publicación, hoy, en el Boletín
Oficial del Principado (BOPA) con el fin de que entre en vigor a
medianoche.
Lo que queda abierto
“Se trata básicamente de poder ir a trabajar, al colegio y a adquirir alimentos y productos de primera necesidad”,
afirmó el Consejero. Y el Presidente remató señalando que Asturias
sigue el patrón europeo de expansión del covid-19 y de ahí que la
aplicación de las medidas pretenda ser similar, o lo más parecido
posible, a las que han aplicado, por ejemplo, en Reino Unido, Austria y
Francia.
El Principado se adelanta y aplica las medidas más restrictivas para su nivel de riesgo
Habrá que esperar a la publicación del decreto en el BOPA para
conocer la letra pequeña, pero a grandes rasgos, las autoridades
sanitarias desgranaron aquellos establecimientos que pueden seguir
abiertos: los dedicados a alimentación, bebidas y bienes de primera
necesidad; farmacias; centros sanitarios y sociosanitarios;
veterinarias; ópticas; productos ortopédicos; prensa; librerías;
productos tecnológicos; gasolineras; talleres mecánicos; estancos;
peluquerías, tintorerías; comercio por internet y la elaboración y
reparto de comida a domicilio. Además, es “obligatoria” la formación
universitaria online (hasta ahora era recomendable), y se mantiene la
actividad educativa en todos sus niveles, desde 0 a 3 años hasta
Bachiller y la Formación Profesional “pero con las medidas de protección
suficientes”.
“A menos contacto, menos contagios”, esa es la máxima
para el presidente del Principado en la convicción, “siguiendo el
criterio y recomendaciones de epidemiólogos y científicos”, de que las
medidas deben ser contundentes. Barbón hizo referencia incluso a la
canciller Ángela Merkel para indicar que, como ella había indicado, “el
camino para animar la economía está en la salud”.