El cuerpo calcinado de Pilar Martínez, de 52 años, fue hallado en el sótano de la vivienda, en Cazanes (Villaviciosa), después de tres horas de búsqueda
"¡Avisa a los bomberos, que se nos está quemando la casa!". Fue la súplica que María Isabel Martínez Menéndez Peña, de 70 años, le hizo a su vecino Rafael Cuesta, ayer por la mañana. Era sobre las nueve y su vivienda, en la casa rectoral de Cazanes (Villaviciosa), estaba en llamas y su hermana, María Pilar Martínez Menéndez Peña, de 52 años, no aparecía, pese a que había sido ella quien había dado la voz de alarma. Los malos presagios se cumplieron y su cuerpo fue hallado calcinado en el interior de la casa tras una larga búsqueda.
Los bomberos encontraron los restos de una persona en el sótano, bajo el corredor, por lo que fue necesaria la presencia de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Gijón y del forense para proceder al levantamiento del cadáver. Queda pendiente la realización de la autopsia para confirmar que se trata del cuerpo de la mujer desaparecida, pues por su estado no se podía identificar.
Su hermana, María Isabel Martínez Menéndez Peña, resultó herida y después de ser evacuada al Hospital Central Universitario Central de Asturias (HUCA) fue trasladada a la unidad de quemados del Hospital de La Paz de Madrid debido a la gravedad de sus heridas. Sus dos perros perecieron intoxicados por el humo.
Fue precisamente la mujer fallecida la que alertó a su hermana de las llamas. Esta última echó a correr a casa del delegado territorial (alcalde pedáneo), Rafael Cuesta, para pedir auxilio y fue él quien avisó a los bomberos. Según relató, la mujer tenía varias quemaduras por el cuerpo. Le apuntó que el incendio se inició en el sofá, probablemente por culpa de un brasero que estaba encendido en ese momento.
Cuando llegaron los bomberos las llamas se habían apoderado de la mitad de la casa, que tenía unos 200 años y quedó totalmente destruida. Donde se produjo el falta desenlace había dos habitaciones, en una de las cuales dormía la mujer que falleció, y una galería. Tanto la techumbre como el suelo de la primera planta cedieron. Fue aquí, en esta parte del sótano -sólo con acceso por el exterior- donde se encontraron los restos de María Pilar. Inicialmente, los bomberos trataron de localizarla en la parte izquierda de la vivienda, que tardó más en ser devorada por las llamas, pero sin éxito. Así que, como apuntó el jefe de bomberos, Rubén Rodríguez Vallina, sus esfuerzos se centraron en sofocar el fuego desde el exterior y estabilizar el interior de la vivienda para poder desescombrar y entrar a buscar a la mujer, que fue localizada a las 12.30 horas. Acudieron Guardia Civil y Policía Local.
Los vecinos de Cazanes, donde residían estas gijonesas desde hace unos 8 años, se mostraron muy afectados. Ángel Valdés y José Amandi se enteraron al ver el humo. "Es un día triste", apuntaron. El alcalde, Alejandro Vega, y el párroco, Jorge Cabal, siguieron de cerca el luctuoso suceso.
