Cortada la carretera N-I entre Gipuzkoa y Araba por
nieve en el puerto de Etxegarate. Se espera un oleaje superior a los
seis metros en la costa, con vientos de 110 kilómetros por hora.
Si alguien pensó que la soleada mañana de ayer adelantaba
el final de los fenómenos meteorológicos adversos de este invierno, no
podía estar más equivocado. El temporal arrecia de nuevo y de manera
importante. Ya lo hizo ayer por la tarde. La Agencia Estatal de
Meteorología ha decretado la alerta roja -riesgo máximo- en el mar,
donde se pueden medirse rachas de viento superiores a 110 kilómetros por
hora y olas de más de seis metros. En tierra pueden caer hasta 80
litros por metro cuadrado. La agencia Euskalmet rebaja el grado de
alarma en la costa a naranja. Este episodio se prolongará hasta hoy por
la tarde.
La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia
activó el Plan Especial de Emergencias por riesgo de inundaciones en
fase cero, por lo que alertó a los servicios de intervención y
protección civil de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia. Según la Agencia Vasca de
Meteorología (Euskalmet) las alertas obedecen a la llegada de un nuevo
temporal del noroeste y de una borrasca a la que van asociados distintos
frentes.
Las predicciones de Euskalmet anunciaban ya para ayer
chubascos moderados con tormentas y granizo y vientos muy fuertes del
oeste-noroeste. Y así fue. Tras una buena mañana, con temperaturas que
al mediodía llegaron hasta los diez grados, el mercurio empezó a caer de
manera brusca. A las tres de la tarde, apenas si había entre cinco y
seis grados. Las precipitaciones se intensificaron así como el viento.
En el observatorio del monte Igeldo se registraron en
apenas seis horas otros tantos litros de lluvia por metros cuadrado. La
racha de viento máxima que se alcanzó en este punto fue de 68 kilómetros
por hora. En Hondarribia, los registros fueron similares. Se recogieron
10,1 litros y el anemómetro contabilizó una ráfaga de 82 kilómetros por
hora.
En el mar, en la boya Donostia de Euskalmet, situada a doce
millas frente a Jaizkibel, una ola llegó a los nueve metros de altura.
La parte más cruda del temporal se esperaba entre la tarde
ayer y la primera mitad del día de hoy. La nieve volvió a hacer acto de
presencia. Por la tarde nevaba de manera copiosa en la autovía a Navarra
(A-15), desde la zona de Pagozelai hasta el túnel de Belabieta.
Asimismo, precipitó en forma de nieve en otros de Gipuzkoa como en
Bidania, Berastegi y Arantzazu. «Ha nevado sobre las cinco de la mañana.
Apenas se ha formado una capa de unos dos centímetros, pero con los
rayos de sol que han salido más tarde se han derretido. Luego, entre la
una y media y las dos de la tarde, se ha cubierto de nuevo, como si
quisiera nevar, pero no podía», señaló el experto en meteorología Pello
Zabala.
Vigilancia a los ríos
La Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del
Gobierno Vasco advierte de que la jornada de hoy será desapacible. Según
la agencia vasca Euskalmet, las cantidades máximas de lluvia acumuladas
podrían superar los 80 litros por metro cuadrado en veinticuatro horas
en puntos de la vertiente cantábrica mientras que la cota de nieve se
situará entre los 500 y los 700 metros. Por lo tanto, las nevadas serán
importantes en zonas altas y se formarán espesores que de nuevo podrían
superar el metro de altura.
A la vista de estos pronósticos, el Departamento de
Seguridad activó el Plan Especial de Emergencias por riesgo de
inundaciones en fase cero. Este estadio se pone en funcionamiento ante
situaciones de emergencia todavía no desencadenadas, pero con previsión
meteorológica desfavorable. Asimismo, se ha comunicado de la situación
de preaviso al consejo asesor formado, entre otros organismos, por el
Gobierno Vasco, las diputaciones de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia y los
alcaldes de aquellos municipios que puedan verse afectados por posibles
desbordamientos. Si esta situación se produjera, dicho consejo se
reuniría para adoptar las medidas que oportunas para coordinar los
trabajos dirigidos a paliar los efectos de las lluvias.
El Gobierno Vasco precisó asimismo que habían sido
alertados y movilizados los servicios de intervención y protección civil
de los tres territorios -Ertzaintza, bomberos, policías locales,
agrupaciones de voluntarios, etcétera- en previsión de inundaciones. De
la misma manera, desde ayer se efectúa un seguimiento intensivo de los
puntos más sensibles de los ríos vascos, muy especialmente por parte de
los centros de coordinación de emergencias SOS-Deiak y la Agencia Vasca
del Agua.
Cierre del aliviadero
Los servicios técnicos de Aguas del Añarbe permanecían
atentos a la evolución de la situación, y anunciaron que darán cuenta de
cualquier novedad relevante que se produzca durante estas horas.
Responsables de esta infraestructura decidieron proceder al cierre de
las compuertas del aliviadero de la presa en previsión de que, bien por
un incremento muy importante de los caudales de entrada al embalse o
porque el nivel del Urumea en Ereñozu, se requiera retener mediante las
citadas compuertas los volúmenes excedentes. Además, a la vista de cómo
se desarrollen los acontecimientos, el Añarbe procederá a disminuir o
incluso anular los caudales de desagüe de la presa.
Para la jornada de hoy se esperan rachas del oeste-noroeste
muy fuertes que incluso pueden superar los 110 kilómetros por hora en
el litoral así como en zonas de montaña. En el resto de la comunidad
autónoma se pueden alcanzar los 80 kilómetros, especialmente en Gipuzkoa
y Bizkaia. El momento de máximo viento se esperaba para ayer por la
tarde y las primeras horas de la mañana de hoy. Desde Euskalmet precisan
que este viento agitará las aguas del Cantábrico, donde habrá una mar
arbolada, con olas que podrían superar los 5 ó 6 metros de altura y con
mar de fondo del noroeste de 4-5 metros. «Hay que tener en cuenta que
esta vez las mareas son vivas, por lo que el fuerte oleaje golpeará con
fuerza las zonas costeras», precisan desde Euskalmet. Sin embargo, está
previsto que a partir de la tarde de mañana hoy, el temporal vaya
remitiendo en la mar.
Ayer varias localidades costeras adoptaron medidas para
evitar situaciones de riesgo en los paseos y en las zonas más expuestas.
En Donostia se constituyó a media tarde la mesa de crisis que analizó
la situación. Entre los presentes existía preocupación tanto por el
estado de la mar como de la posible crecida que pudiera darse en el
Urumea. El Paseo Nuevo y la zona del Peine del Viento quedaron cerrados.
En Zarautz, también fue acotado el paseo peatonal a Getaria.
kilómetros por hora es la racha de viento máxima que se puede medir en
las próximas horas en Euskadi, principalmente en la costa. Ayer se
alcanzaron los 68 kilómetros por hora en el observatorio del monte
Igeldo y 82 en la estación del aeropuerto de Hondarribia