Los servicios de extinción lo estabilizaron de madrugada, tras iniciarse el lunes por la tarde
Era una zona de difícil acceso y fueron necesarios ocho medios aéreos
Hace un año que las llamas ya arrasaban hectáreas de monte en los fuegos de Valdeorras y O Courel y era un julio negro en un año de extrema humedad, sequía y temperaturas máximas históricas. Este verano el primer incendio tardó en aparecer y fue la rápida intervención de los servicios aéreos, sobre todo, y también de las brigadas las que hicieron que no fuera a más y no tiñera de negro la joya de la corona natural de Ourense.
La Consellería do Medio Rural informó ayer de un incendio en la parroquia de Tronceda, en Castro Caldelas, sobre las 18.00 horas y lo dio por estabilizado a las 00.50 horas de ayer. Unas llamas que atacaron a la Ribeira Sacra, en una zona escarpada cerca del río Sil.
Según fuentes de la Consellería consultadas, las primeras estimaciones de afectación fueron tres hectáreas donde sobre todo ardieron matorral y pino.
Para el operativo de extinción se ha movilizado un técnico, seis agentes, 14 brigadas, ocho motobombas, una pala, cuatro aviones y cuatro helicópteros.
Las brigadas que actuaron señalan la dificultad de acceso y que gracias a la rápida intervención de diferentes medios aéreos se estabilizo un incendio que pudo afectar a más patrimonio natural ourensano.
A la redonda no había casas y lo dañado se materializó en una mancha negra en el corazón natural de Ourense. Este es el primer incendio del verano desde que se decretó la alta actividad incendiaria y las brigadas confían en que siga así, al menos, “una semana más” ya que las temperaturas están en un umbral “aceptable” y de momento las condiciones meteorológicas se mantienen. El riesgo de incendio se mantiene en naranja-rojo dependiendo de la zona de la provincia ourensana, pero solamente el jueves aumentarán la temperatura máxima en al provincia donde se espera que alcancen los 32º. “Veremos que pasa para la siguiente semana. Eso ya es otro cantar. Hay que ir semana a semana”, dice un brigadista ourensano.