Una inmensa humareda obligó a cortar al tráfico el puente de Rande y el corredor de O Morrazo
Un posible cortocircuito en la sala de hielo de la empresa frigorífica Fandicosta provocó un voraz incendio sobre las 17.45 horas de ayer que adquirió enseguida considerables dimensiones. Los 40 trabajadores que se encontraban en la factoría la abandonaron en apenas unos minutos y no hubo que lamentar daños personales.
La combustión de productos químicos y material aislante causó una densa hube de humo tóxico
que el viento empujaba hacia el puente de Rande y el interior de la
ensenada de San Simón. Sobre las 20 horas las circunstancias obligaron a
cortar el tráfico en el puente de Rande, medida que estuvo en vigor
hasta casi las 21.30, cuando se reabrió, aunque los conductores que
cruzaban el puente a esa hora tenían que enfrentarse aún a una espesa nube de humo.
Tráfico tomó la decisión de cerrar la autopista por
los problemas de visibilidad debido al intenso humo, presente en toda la
ría, y Audasa procedió a ejecutar la orden en la AP-9, mientras que la
Guardia Civil cerraba el corredor de O Morrazo. Ello obligaba a los
conductores de esta comarca que se dirigían a Vigo a rodear la península
por Marín y conducir hacia Redondela para llegar a la ciudad olívica.
También se cortó el tráfico en el peaje de Figueirido
en Pontevedra, para impedir el acceso de coches hacia el sur. Solo
pudieron pasar temporalmente los vehículos que venían de O Morrazo a
Vigo y que desembocan en el puente desde la N-554 y desde el corredor,
que es competencia de la Xunta y donde la concesionaria de la autopista
no puede actuar. El Gobierno gallego activó el plan territorial de
emergencias en nivel 1 y el de contaminación marina en fase de alerta.
Según explicaron los empleados de la empresa, las llamas se originaron en una zona alta de la fábrica, próxima a un depósito de amoníaco.
«Olimos el humo y enseguida salimos. Todo fue muy rápido», comentó
Lourdes Álvarez, una vecina de Ponteareas que ha perdido su trabajo.
«Esto es dantesco» señaló Ángel Martínez,
propietario de Fandicosta, viendo cómo las llamas consumían la empresa
que tanto le ha costado levantar. Martínez ratificó que todos los
trabajadores se encuentran bien, ya que la compañía fue desalojada en
pocos minutos. Sobre las 19.30 las llamas provocaron el desplome de parte del revestimiento exterior de la nave y se escucharon pequeñas explosiones, según testigos presenciales.
Hasta la zona se trasladaron numerosos miembros de
los bomberos de los parques comarcales de O Morrazo, A Louriña y Vigo,
además de agentes de la Policía Local de Moaña y de Protección Civil de
Cangas.
El fuego también fue combatido desde el mar.
Hasta la fábrica se aproximaron dos remolcadores de la Autoridad
Portuaria de Vigo, el Roque S. y el Gonzalo S., y también llegó desde
Marín el barco Hermanos Nodal, que evitaron que las llamas se propagasen hacia las proximidades de la estación de servicio de Domaio que también fue desalojada como medida de precaución.
Humo tóxico
Aunque no se produjeron daños personales, la Guardia
Civil aconsejó a los vecinos que abandonasen sus viviendas para no tener
que inhalar humo tóxico.
Sobre las once de la noche, los bomberos de O Morrazo
aseguraron que el incendio se encontraba controlado, aunque trataban de
combatir una pequeña fuga de amoníaco.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron numerosas
autoridades, encabezadas por la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que
mantuvo informado puntualmente al presidente de la Xunta, Alberto Núñez
Feijoo de todo lo que iba sucediendo.
La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, se encontraba visiblemente abatida y señaló que «o que nos preocupa agora é que a fábrica daba traballo a 300 persoas, e queda paralizada».
El propietario da por perdida la fábrica, que procesaba 20.000 toneladas al año
El dueño de la fábrica siniestrada, Ángel Martínez, la daba ayer por perdida. «Personalmente esto es una catástrofe»,
señalaba el máximo accionista, que adquirió en su día activos de la
empresa Molares y modernizó e impulsó la fábrica. Las instalaciones de Fandicosta se encuentran en Domaio y se dedican a procesar pescado congelado,
fundamentalmente pota y langostino. El empresario aseguró que al año se
procesaban unas 20.000 toneladas de productos del mar. La sede
principal de Domaio ocupa más de 25.000 metros cuadrados divididos en
tres grandes naves con frigoríficos. Ayer por la tarde estaban pelando
langostinos.
Fandicosta figura, según los últimos datos hechos públicos por el Ardán en el 2015, como una de las cien empresas gallegas más importantes por facturación.
Sus cuentas superaron los 97 millones de euros, según el informe que
elabora la Zona Franca. Y hay que tener en cuenta el dinero invertido en
maquinaria y mobiliario.