Dos de las víctimas eran socorristas de la Defensa Civil arrastrados igualmente por deslizamientos de tierras cuando participaban en tareas de rescate de las víctimas.
Los temporales igualmente provocaron deslizamientos e inundaciones en otras ciudades de la región serrana de Río de Janeiro, como Teresópolis y Xerem, así como en los municipios de Mangaratiba, Niteroi y Angra dos Reis, pero la situación más grave fue la registrada en Petrópolis donde se registraron derrumbes en 21 lugares.
En lugares como el barrio Quitandinha, el más afectado, la precipitación acumulada en 24 horas llegó a 390 milímetros; en el sector de Independencia la lluvia fue de 277 milímetros, y en Doutor Thouzet, 267 milímetros.
Según las autoridades regionales, las lluvias desbordaron al menos doce ríos en el estado de Río de Janeiro y los deslizamientos bloquearon varias carreteras regionales.
Según el balance divulgado por Cabral, que viajó a Petrópolis para coordinar personalmente las tareas de rescate, al menos 140 familias, con 325 menores, fueron trasladadas a albergues debido a que sus viviendas están ubicadas en áreas de riesgo.
"Reiteramos nuestro pedido para que las personas que viven en áreas de riesgo se dirijan a los refugios, por lo menos hasta que el estado de alerta máxima sea levantado", pidió Cabral.
Cabral aseguró que la gobernación de Río de Janeiro aprobó el desembolso de tres millones de reales (unos 1,5 millones de dólares) para ayudar en las tareas de reconstrucción y que la alcaldía contrató provisionalmente a 500 personas para que ayuden en la limpieza de las calles de Petrópolis, que amanecieron inundadas o tomadas por el barro y por montañas de tierra.
Petrópolis, junto a sus vecinas Teresópolis y Nova Friburgo, fueron las ciudades más afectadas por las lluvias que a comienzos de 2011 dejaron cerca de un millar de muertos en la región serrana de Río de Janeiro, en la que está considerada como la peor tragedia natural ocurrida en Brasil.