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viernes, 13 de diciembre de 2019

EL TEMPORAL DEJA UN MUERTO Y NUMEROSOS PROBLEMAS EN EUSKADI Y NAVARRA


 Un hombre ha fallecido en Ilharre después de que un árbol cayera sobre su vehículo. 

Carreteras cortadas, inundaciones y daños en fachadas y mobiliario urbano son las otras consecuencias del temporal.

El temporal de viento y lluvia que azota Euskal Herria ha provocado este viernes la muerte de un hombre de 72 años de edad en Ilharre (Baja Navarra).

El siniestro se ha registrado esta mañana cuando su vehículo, que circulaba por la D-134, ha recibido el impacto de un árbol que ha caído a la carretera, según ha informado France Bleu.

Asimismo, el temporal ha originado centenares de incidencias, daños en fachadas y mobiliario urbano y múltiples problemas de tráfico, mientras que numerosas personas han sido atendidas en centros sanitarios por caídas y golpes.

La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha informado que, hasta las 10:00 horas de este viernes, el servicio de bomberos de Gipuzkoa ha realizado 44 salidas relacionadas con el temporal.

La comarca "más castigada" ha sido la de Bidasoa y, por ello, se ha doblado el personal de ese parque y se ha reforzado con bomberos del parque de Legazpi.

La diputada foral ha explicado también que se ha cortado la carretera entre Elgeta y Eibar por "un desprendimiento y muchas balsas de agua".

Por su parte, la dirección de Tráfico del Gobierno Vasco ha informado de otro desprendimiento en el punto kilométrico 21 de la N-634 en Getaria, por lo que se ha cortado la carretera y se han generado retenciones.

La carretera N-634 se encuentra cerrada entre las localidades de Zumaia y Getaria "por riesgo marítimo costero".

En Hondarribia, un árbol caído en la N-636, a la altura del Golf, ha provocado grandes retenciones y otros dos árboles se han desprendido en la zona del Puntal, según ha informado el Ayuntamiento.

En San Sebastián se han abierto alrededor de 200 incidencias derivadas de caídas de árboles, objetos, semáforos, luces de navidad, contenedores y farolas, entre otros.

Además, varias vías de la ciudad han tenido que ser cortadas en determinados momentos para retirar árboles o ramas, aunque para las 14:30 horas ya estaban todas abiertas.

En cuanto a las medidas por la alerta naranja por impacto de ola en costa, el Paseo Nuevo permanece completamente cortado (tanto a vehículos como a peatones). Del mismo modo, el Paseo Salamanca está cerrado desde la calle General Jauregi, tanto a peatones como a vehículos. La calle Aldamar también a partir de la calle Soraluze, y el tramo de la plaza Zuloaga entre San Telmo y los cines Príncipe a la fotográfica.

El paseo de Leizaola está cerrado a peatones y la acera y el bidegorri de la zona expuesta al mar del puente del Kursaal también, así como todos los accesos a la playa de Zurriola, cierre al que se suma la tanto la terraza del Náutico como la pasarela. Todos los accesos a la playa de La Concha, desde la plaza Cervantes hasta el Pico del Loro, permanecen cerrados.

Asimismo, todos los accesos a la playa de Ondarreta permanecen cerrados. El paseo Eduardo Chillida desde la rampa de la playa hasta el final, Peine del Viento incluido, y el mirador del Pico del Loro.



Por otro lado, cinco vehículos de Pesa, que se encontraban en las cocheras que esta empresa de transportes de viajeros tiene en Arrasate, han resultado dañados a causa de un desprendimiento, según han informado fuentes de la Policía Local.

El suceso ha tenido lugar hacia las 08:10 horas al producirse un desprendimiento en la ladera que da a la parte trasera de las cocheras, que ha afectado a tres autobuses y a dos microbuses.

El viento ha afectado también al servicio de EuskoTren, que ha sufrido varios incidentes, uno de ellos entre Ficoba y Hendaia y otro en Loiola, donde una valla metálica ha caído sobre las vías a las 05:15 horas y cuatro trabajadores de la compañía ferroviaria han bajado del tren para intentar retirarla.

Un golpe de viento ha arrojado la valla contra los trabajadores, tres de los cuales han tenido que ser atendidos en su mutua por traumatismos y pequeños cortes, según han informado a EFE fuentes de la compañía.

La autopista AP-8 ha registrado cortes de tráfico por caídas de árboles y aunque a media mañana ha sido reabierta las retenciones han llegado a alcanzar los 6 kilómetros de longitud.

En Bizkaia, las fuertes rachas de viento han cortes de carretera por árboles caídos en la red secundaria y algunos desprendimientos en edificios y mobiliario urbano. Los bomberos han tenido que intervenir al menos en 70 ocasiones.

En las carreteras, los problemas más importantes han tenido lugar la pasada madrugada en la BI-636 entre Bermeo y Mungia y en la Bi-2235 entre Sukarrieta y Mundaka.

Una de las incidencias más destacadas de la mañana ha sido el desprendimiento de parte de una fachada de un inmueble del número 50 de la Avenida de Euskadi, de la localidad vizcaína de Barakaldo.

En la zona hay una guardería y varios ladrillos de la fachada han caído a la calle, lo que ha obligado a la Policía Municipal a acordonar la zona, aunque no ha habido ninguna persona herida.

Los bomberos de Bilbao, por su parte, han realizado 19 actuaciones relacionadas con el viento, sobre todo para el saneamiento de fachadas y la retirada de árboles y otros elementos caídos en la vía pública, fundamentalmente toldos, aunque no ha habido ninguna incidencia de consideración, según las fuentes municipales.

En Navarra, las intensas lluvias han provocado una importante crecida de los ríos, que se han desbordado en diversos puntos de la comunidad foral y de forma más significativa en la comarca de Pamplona, donde una mujer ha tenido que ser evacuada por los bomberos de su domicilio y tres personas, de sus vehículos.

Los cortes de tráfico en la comarca de Pamplona a consecuencia de la crecida del río Arga esta madrugada se mantenía a las 15:30 horas, aunque el caudal va remitiendo y los problemas podrían llegar en las próximas horas aguas abajo, si bien no se esperan afecciones importantes en las poblaciones.

Además, la fuerza del agua ha arrastrado varios vehículos que no habían sido retirados por sus propietarios de las inmediaciones del río y han terminado en mitad del cauce.