Una fisura en las compuertas de una presa obliga a evacuar a 70.000 habitantes
Los efectos del huracán María están desbordando a Puerto Rico. Las lluvias e inundaciones no cesan y el Gobierno de la isla trata de hacer frente a una situación catastrófica en la que los problemas se multiplican. Esta tarde la presa del lago Guajataca (noroeste del país) ha empezado a tener problemas para contener con sus compuertas el torrente de agua y las autoridades han activado un operativo urgente para evacuar la zona y abrir el embalse antes de que se rompa. En la zona que se puede ver afectada, municipios de Isabela y Quebradillas, hay unos 70.000 habitantes.El Servicio Meteorológico Nacional informó de la posible ruptura de la presa y urgió a los vecinos del río Guajataca a evacuar. La Guardia Nacional se ha movilizado en la zona para intentar resolver la situación de máxima emergencia.
Como venía anunciando el Gobierno boricua desde el mismo miércoles, día en que el ojo del ciclón arrasó Puerto Rico con vientos sostenidos de más de 200 kilómetros por hora, la continuidad de las precipitaciones torrenciales se ha vuelto la gran amenaza para todo el país. Casi todo Puerto Rico se encuenta anegado y la previsión es que la lluvia no pare durante el fin de semana.
Según datos de Eric Holthaus, un meteorólogo de referencia en EE UU, si en agosto en Texas el ciclón Harvey dejó en tres días inundaciones de 81 centímetros de alto, en partes de Puerto Rico las inundaciones han llegado a subir hasta 90 centímetros "en menos de un día".
El gobernador puertorriqueño, Ricardo Rosselló, ha dicho que tienen confirmadas siete víctimas mortales, pero añadió que la cifra podría ser mayor dado que no existe comunicación con varias alcaldías, sobre todo de la zona sureste, por donde entró el huracán con vientos de categoría 4 –segundo máximo nivel de la escala ciclónica. A algunas áreas los equipos de auxilio están intentando llegar en helicóptero. Recuentos de medios locales sitúan la cifra de muertos en torno a la quincena.
Prácticamente el 100% de los 3,5 millones de habitantes de Puerto Rico está sin energía eléctrica, agua corriente ni conexión telefónica. Las autoridades han empezado a abrir carreteras primarias bloqueadas por árboles y postes de luz. "La comunicación es la mayor de las crisis aquí. Hasta organismos del propio gobierno se han quedado incomunicados entre sí y han pedido asistencia a las autoridades federales de EE UU", informa desde la capital, San Juan (390.000 habitantes), el reportero Benjamín Morales, que comenta que hay bastante gente en la calle buscando, sobre todo, señal telefónica. El gobernador ha extendido hasta el domingo el toque de queda entre seis de la mañana y seis de la tarde. Los pocos restaurantes abiertos en la capital se encuentran abarrotados. También ha habido reportes de algunos saqueos de tiendas.
Los daños en la red de carreteras son generalizados y miles de viviendas por toda la isla –con cerca de la mitad de la población en niveles de pobreza– han quedado inservibles o muy afectadas. El alcalde del municipio de Cayey (centro-sureste de la isla), Rolando Ortiz, ha dicho que en su zona "son pocas las casas de primera planta que quedan en pie". Además, según el regidor, los vientos de María han devastado el frondoso paisaje local: "No hay vegetación", lamentó.
En el municipio de Bayamón se fugaron de madrugada 13 presos aprovechando el caos. Ocho habían sido recapturados esta tarde, según el diario El Nuevo Día.
Puerto Rico necesita de forma imperiosa ayuda del exterior. La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias de EE UU (FEMA en sus siglas en inglés) está enviando generadores de electricidad, agua, comida y colchones. Las regiones de EE UU con extensa población boricua se están empezando a volcar con la isla. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha llegado este viernes en avión con un escuadrón de rescatistas e ingenieros y ha sobrevolado la isla con Rosselló. Desde Florida y Atlanta se espera la llegada inminente de generadores de electricidad.
Según datos del Centro Nacional de Huracanes de EE UU, María ha golpeado con más virulencia a Puerto Rico que Katrina al estado de Luisiana en 2005 –el ciclón que más daños ha causado en la historia de Estados Unidos. La tormenta sigue en Puerto Rico y las pérdidas ya son enormes en un país que arrastra además la mayor crisis financiera de su historia, con una deuda de 120.000 millones de dólares y problemas para cubrir los sistemas básicos de salud, pensiones y educación.
El huracán María, ahora de categoría 3, ha dejado en total más de 30 de muertos a su paso por el Caribe. A los de Puerto Rico se suman 15 en la isla de Dominica, dos víctimas en el archipiélago de Guadalupe y tres en Haití.