Es la segunda comunidad que supera el umbral epidémico, tras el País Vasco, con 95 casos por cada 100.000 habitantes, aunque predominan tipos de virus diferentes
«Se veía venir». Luis Viloria, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica de Salud Pública, avisó de la irrupción de la gripe en plenas Navidades. Y la previsión acertó de plano. Si los datos de la semana pasada, avanzados ayer, indicaban que se estaba rozando el umbral epidémico, el recuento del jueves confirmaba «sin género de dudas» que Cantabria ha entrado en epidemia, alcanzando una tasa de incidencia de 95 casos por cada 100.000 habitantes, el doble que siete días atrás (el umbral está fijado en 55).Cantabria se convierte así en la segunda comunidad autónoma, tras el País Vasco, en subirse a la onda epidémica esta temporada. De hecho, el informe de vigilancia semanal del Instituto de Salud Carlos III aún dibuja un mapa con presencia nula en la mayor parte de España y esporádica sólo en Galicia, Asturias, Cataluña, Navarra y Murcia. Un escenario muy distinto del que se vive en el País Vasco, con la cadena de contagios desatada desde hace días (al igual que en Melilla), y que se empezará a experimentar a partir de ahora en Cantabria. «El virus siempre aparece de forma violenta y registra una subida rapidísima», explica Viloria, que augura «entre el 10 y el 20 de enero el pico de máxima incidencia». A partir de ahí la gripe aún dará guerra hasta finales de febrero, «porque la bajada de la onda epidémica siempre es mucho más lenta».
En estos momentos no constan hospitalizaciones por complicaciones graves, aunque desde Salud Pública confirman que el virus ya ha desencadenado la primera muerte de la temporada en Cantabria. «Fue a mediados de noviembre cuando se registró el ingreso de una persona de edad avanzada, con patología crónica y muy compleja, que se agravó con la gripe y finalmente falleció. Después, a principios de diciembre fueron hospitalizados otros dos pacientes que evolucionaron bien», destaca Viloria. La propagación de la gripe siempre es exponencial. Así, si en la semana del 10 al 16 de diciembre apenas se contabilizaban 85 contagios en la región, a la siguiente el balance llegaba a los 195, una cifra que «es más que probable que se doble o incluso triplique cuando tengamos los datos de esta semana, porque sólo con los datos recogidos en dos días ya tenemos casi tantos contagios como la semana pasada entera», añade el responsable de Vigilancia Epidemiológica.
«Primero se detectaron varios puntos de contagio en zonas del área de Torrelavega, pero en estos momentos estamos viendo que el virus se extiende de forma generalizada por toda la región», señala Viloria.
Mayor demanda en Urgencias
El estallido de la gripe coincide con el aumento de la presión asistencial en los servicios de Urgencias hospitalarias -Valdecilla sufrió el pico de mayor intensidad la tarde del miércoles-, aunque «sin darse aún situaciones de saturación». Un aumento de la demanda que se ha notado también en las consultas de pediatría de los centros de salud, motivados no sólo por la gripe, que siempre ataca primero a los niños (principales transmisores), sino por la patología desencadenada por otros virus respiratorios.
La consejera de Sanidad, María Luisa Real, que reconoció que «son momentos complicados», dijo que se ha reforzado el personal para atender la epidemia tanto en Atención Primaria como en los hospitales, donde se han contratado profesionales de Enfermería y se han aumentado las guardias del equipo de Medicina Interna.
A la hora de analizar el tipo de gripe en circulación, los expertos se han encontrado con que curiosamente en las dos únicas comunidades que han entrado en epidemia los virus predominantes son diferentes. En Cantabria manda la gripe A H1N1, la variante que se hizo famosa por la pandemia de 2009 pero que «hoy en día está más que integrada en la sociedad», mientras en el País Vasco predomina el A H3N3. «A veces coexisten varios tipos, ya ocurrió hace cuatro años una situación parecida. No es algo que nos preocupe porque la sintomatología clínica y la gravedad viene a ser similar; y se contagian con la misma facilidad. Lo importante es que los serotipos que están apareciendo en los análisis son los que se incluyen en la vacuna, lo que garantiza la protección frente a la enfermedad», apunta Viloria. El virus B, que el invierno pasado cobró el mayor protagonismo, «este año, en cambio, está casi desaparecido. No está jugando en este partido».