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martes, 14 de abril de 2020

CORTADA LA COMUNICACIÓN POR UN ARGAYO ENTRE CABUÉRNIGA Y REINOSA - CANTABRIA

Unas 2.500 toneladas de tierra, roca y árboles invaden la carretera a la altura de Saja. 

Este martes comenzarán los trabajos para despejar la zona y valorar los daños

Un argayo de proporciones considerables invadió esta tarde la carretera CA-280, que une Reinosa con el valle de Cabuérniga, en el kilómetro 14,2 a la altura del pueblo de Saja, perteneciente al municipio de Los Tojos. El derrumbe, que ha supuesto el corte de la vía en ambos sentidos, se produjo alrededor de las cinco de la tarde, tras las lluvias acaecidas durante la noche del domingo y la mañana del lunes. Se trata de un argayo de 48 metros de altura hasta el vértice superior y de 30 metros de ancho en la base. En total, unas 2.500 toneladas de roca, tierra y árboles cayeron sobre la carretera que sube hasta el puerto de Palombera, en la zona conocida como Cambillas.

Operarios de la empresa de movilidad API acudieron a valorar los daños y está previsto que mañana mismo comiencen los trabajos para tratar de despejar la vía, una tarea que no estará exenta de dificultad dada la envergadura del argayo.


Según informaron ayer desde el Gobierno de Cantabria, la intención es «abrir un paso de emergencia» para restablecer la comunicación entre los municipios afectados por el corte. Con respecto a esta cuestión, la alcaldesa de LosTojos, Belén Ceballos, aclaró que, «dada la situación de confinamiento en la que nos encontramos, no creo que ahora mismo atraviesen este tramo más de dos vehículos al día». Así, lo que hoy afecta a muy pocos ganaderos, en situaciones normales supondría un inconveniente para el trabajado diario de decenas de personas que aprovechan las zonas de pastoreo del puerto de Palombera.
A pesar de todo, Ceballos no restó importancia a lo ocurrido. «Ha caído una cantidad importante de roca y tendremos que ver cómo está la parte de arriba de la montaña y si hay peligro de que se siga deslizando la tierra». Ceballos sí remarcó que «por suerte no se han visto afectados los invernales que se encuentran unos metros más abajo».


El argayo se produjo a unos dos kilómetros del Centro de Interpretación Saja-Besaya y quebró la tranquilidad que se respira estos días en un lugar ya de por sí silencioso fuera de cualquier cuarentena.

Hace poco más de un año un argayo también de enormes dimensiones cayó sobre esta misma carretera, a la altura de la localidad de Ruente, que dejó aislados a más de 600 vecinos y causando graves destrozos que llevó meses solucionar. En este caso, el cierre de la carretera afecta a todos aquellos que quieran atravesar el puerto de Palombera.