El incendio comenzó de noche y las autoridades intervinieron 40 minutos después del alerta. La información es escasa. Oficialmente hay 367 muertos, pero nada se sabe de los otros 433 reclusos que purgaban allí sus condenas.
Daniela Ferrera, de la oficina del fiscal, citada por Reuters, confirmó la cifra. “El dato preliminar que tenemos es que habrían muerto calcinadas y por asfixia”, informó el vocero del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Comayagua, sargento Josué García, según difundió EFE. “Muchos reos quedaron atrapados en sus celdas y gritaron al ser rodeados por el humo y las llamas. Aún hay muchos cuerpos apilados en el interior de los módulos que seguramente intentaban, pero no pudieron, escapar del fuego, son cosas que se pueden apreciar”, agregó.
La Policía Nacional difundió un listado con los nombres de 144 reos sobrevivientes.
En total había 857 reclusos y cerca de 400 fueron confirmados muertos, entonces aún hay más de 400 desaparecidos, que podrían haber muerto o escapado. “La mayoría de ellos podría haber muerto, y otros resultaron con quemaduras, escaparon o sobrevivieron”, dijo a The Associated Press Ramón Custodio, comisionado nacional de Derechos Humanos. Una enfermera del estatal Hospital Santa Teresa dijo a periodistas que una treintena de reos con muchas quemaduras, de tercer y cuarto grado, fueron atendidos en ese centro, mientras que otros han sido remitidos al Hospital Escuela en Tegucigalpa.
El fuego en el penal de Comayagua, en el centro de Honduras, comenzó en las últimas horas del martes 14 de febrero.
El fuego duró unos 40 minutos hasta que comenzó a ser controlado por los bomberos.
De acuerdo con el portal de El Heraldo, el Jefe del Cuerpo de Bomberos local, Leonel Silva, declaró que el rescate se retrasó, puesto que en la zona de siniestro se escuchaban varios disparos.
Las versiones que hablaban de un motín fueron desmentidas por las autoridades en las primeras horas de este miércoles 15 de febrero.
Sin embargo, la gobernadora del departamento hondureño de Comayagua, Paola Castro, aseguró haber recibió una llamada telefónica de un preso informándole que fue otro quien inició expresamente el incendio. “Me dijo que otro reo había dicho: ‘voy a meter fuego a esto y nos vamos a morir todos. Y le metió fuego y nos estamos quemando, nos estamos muriendo todos’”,