Las aguas del río Mandeo se desbordaron durante la
media tarde de ayer fruto de las mareas vivas que pillaron por sorpresa a
buena parte de los vecinos del Malecón, los resignados y habituales
damnificados de las periódicas crecidas. El nivel del agua sorprendió
incluso a los responsables de algunas embarcaciones que trataban de
avanzar bajo el puente de madera, para lo que tuvieron que realizar
abruptas maniobras manuales. Los residentes de A Ribeira volvieron a
comprobar cómo el agua se colaba en sus casas y, especialmente, en los
portales, para los que reclamaban las pasos de madera. Algunos mostraron
incluso su preocupación por la marea prevista para esta madrugada, más
fuerte que la vespertina de ayer.
El caudal que alcanzó la carretera del Malecón no
fue suficiente para obligar al corte para el tráfico rodado. Además, el
agua fue aprovechada por algunos piragüistas que avanzaron por la
carretera sin apearse de su embarcación.